Orizaba, Ver.– Cuántas y cuántas veces has acudido al cementerio municipal "Juan de la Luz Enríquez", y esas mismas has salido sin conocer la historia que envuelven algunas de sus sepulturas o monumentos.
Para empezar y aunque no está en este cementerio su tumba, el camposanto orizabeño lleva el nombre de "Juan de la Luz Enríquez" en honor a Juan de la Luz Enrique Lara, gobernador del estado de Veracruz de 1884 a 1892.
Información obtenida en el Archivo Municipal indica que durante la Guerra de Reforma en los años 1857 a1860, Juan de la Luz se sumó a las fuerzas liberales del general orizabeño Ignacio de la Llave quien lo nombró mayor de infantería.
Te puede interesar: ¿Primeros panteones de Orizaba fueron solo para católicos? La historia de "El matadero"
En su etapa de militar, Juan de la Luz Enríquez Lara participó en la defensa del país durante la segunda intervención francesa durante el periodo de 1862-1867, siendo la batalla de las Cumbres de Acultzingo y la del 5 de mayo en Puebla, de las más recordadas en su historial.
Cuando murió por un infarto en Xalapa, la ciudad fue nombrada en su honor Xalapa de Enríquez y la legislatura de Veracruz lo declaró Benemérito del Estado.
Fue el Ayuntamiento xalapeño el cual solicitó que la ciudad llevara el nombre de Xalapa-Enríquez, además de que escuelas, plazas, calles, colonias y comunidades cambiaron su nombre para rebautizarse en honor al exgobernador.
Cabe resaltar que durante su administración De la Luz Enríquez Lara trasladó la capital del estado Orizaba a Xalapa y fundó la Escuela Normal Veracruzana con la ayuda del educador de origen suizo Enrique C. Rébsamen.
El monumento a Ignacio de la Llave y Segura Cevallos
Lo documentado en el Archivo Municipal indica que el general Ignacio de la Llave y Segura Cevallos, nació el 26 de agosto de 1818 en Orizaba, siendo hijo de una familia española e ingresó al Colegio Nacional de Orizaba para cursar sus estudios de jurisprudencia.
Antes de ser militar, a los 23 años fue juez en Orizaba en donde inició su vida política; en 1844 combatió al general López de Santa Anna como voluntario del ejército comandado por Mariano Paredes, por lo cual los veracruzanos lo eligieron diputado federal en 1852.
Debido a las diferencias con el presidente Santa Anna, De la Llave fue desterrado a Yucatán pero se fugó y se levantó en armas en las sierras de Atoyac y Chiquihuite.
El 15 de julio de 1855 se unió en Orizaba al Plan de Ayutla y en agosto de 1855 asumió el cargo de gobernador de Veracruz tras el triunfo del movimiento liberal contra Santa Anna.
Te puede interesar: Panteón municipal de Orizaba resguarda la historia y a personajes históricos de la ciudad [Video]
En 1861 Ignacio de la Llave asumió por segunda ocasión el cargo de gobernador de Veracruz y el 10 de julio de 1863, tras su muerte, el gobernador del Estado, Francisco Hernández y Hernández, dispuso mediante decreto, que se le declarara Benemérito del Estado y prescribió que el Estado de Veracruz se llamara a partir de entonces Veracruz-Llave.
En el panteón municipal de Orizaba se encuentra un monumento en nombre del distinguido orizabeño, el cual puede verse al ingresar por la puerta de acceso ubicada sobre Oriente 4 y Sur 53.
Leonor Sánchez López, mártir de la Guerra Cristera
Ubicada sobre zona 4 y sección 3, en la fila 7, está ubicada una sepultura que pasa desapercibida.
Sin embargo, al acercarte a ella puede distinguir un letrero colocado por personal del Ayuntamiento que describe: “A la memoria de la mártir orizabeña Leonor Sánchez”, y cita como fecha de su fallecimiento el 7 de febrero de 1937.
Otro cuadro ilustrativo dice que, a la muerte de Leonor, el pueblo orizabeño alzó la voz para que los templos religiosos abrieran las puertas, luego de su cierre por la famosa Guerra Cristera.
Leonor Sánchez López, según lo documentado por el Archivo Municipal, nació en Orizaba en el año de 1918, dentro del matrimonio de Encarnación Sánchez, quien era obrero la fábrica de Cocolapan y Catalina López, dedicada a la labor doméstica.
En 1937 cuando ya había terminado la rebelión cristera en la mayor parte de México, en el estado de Veracruz continuaba desde 1931 a través de las leyes dictadas por el gobernador Adalberto Tejeda.
El 7 de febrero de 1937 se celebraba la misa dominical de manera clandestina en la casa del párroco de la ahora catedral de San Miguel Arcángel, José María Flores.
A mitad de la eucaristía un grupo de policías locales ingresó con violencia al lugar y comenzó a disparar para evitar que los asistentes, entre ellos mujeres y niños escaparan.
En la confusión, Sánchez López, de 19 años, tomó el cáliz con las hostias consagradas e intentó escapar para que el objeto sagrado no fuera destruido por los gendarmes.
Al verla escapar, el policía identificado como Agustín Saldaña le disparó e hirió a Leonor al llegar al cruce de Sur 5 y Oriente 10.
Leonor recibió un segundo disparo por la espalda y fue trasladada agonizante al Hospital Civil ubicado en el exoratorio de San Felipe Neri, convertido ahora en el Museo de Arte del Estado, en donde los médicos intentaron salvar su vida pero murió.
El 8 de febrero de 1937, alrededor de 10 mil personas acompañaron el cuerpo de Leonor hacia el cementerio municipal para darle sepultura, pasando el féretro por la parroquia de San Miguel y el entonces Palacio Municipal en medio de la protesta popular.
Este asesinato marcó el comienzo del fin de la persecución religiosa, pues a partir de este momento los obreros comenzaron un movimiento que culminó con el derrumbe de las puertas de los templos para que las volvieran a cerrar.
El 14 de junio de 2013, los restos de Leonor Sánchez López fueron trasladados a la Catedral San Miguel Arcángel en medio de una multitud religiosa, siendo recibidos por el obispo monseñor Marcelino Hernández Rodríguez comenzando de esta manera formalmente su causa de canonización.