/ sábado 29 de junio de 2024

Ciencia y Luz | Observando a las infancias

Tener claras estas diferencias funcionales da oportunidad de entender que cada edad tiene fortalezas y debilidades

Constituirnos como sociedad involucra aceptar que somos distintos. La diversidad no está solo relacionada con las creencias, los gustos, ni los hábitos. Las sociedades requieren, además de ciudadanos que habitan un entorno y se adaptan para sobrevivir, la existencia de individuos con características genéticas y fisiológicas particulares. Esta diversidad es observable en cada etapa del desarrollo humano.

Estas etapas (infancia, juventud, adultez) las vinculamos con la edad. Entendiendo que durante la infancia se mantienen activos los procesos de “maduración” de los órganos y los sistemas del cuerpo, mientras que en la juventud se tiene el más alto rendimiento funcional de esos sistemas, y en la etapa adulta, las habilidades consolidadas facilitan la supervivencia, aunque por causas naturales, el cuerpo se desgaste.

Tener claras estas diferencias funcionales da oportunidad de entender que cada edad tiene fortalezas y debilidades. ¿Somos conscientes de estas para estructurar los roles sociales? ¿Damos mayor participación de ciertas edades en las actividades de la comunidad? ¿Tenemos preferencia de atención por algún grupo de edad particular? ¿Son todos los grupos de edad necesarios para el equilibrio social?

En la actualidad, la sociedad trata de satisfacer las necesidades e intereses de las personas adultas. Este modelo social limita la integración de saberes y habilidades. Las sociedades que buscan garantizar por igual el bienestar y la salud de las infancias, las juventudes y los grupos de edad adulta realmente pueden garantizar una estructura social que permita la transmisión eficaz del conocimiento, y la paz social.

En este contexto analicemos el rol de las infancias. Alguna vez hemos escuchado a alguien decir: “Tú que vas a saber si eres un niño”, demeritando su conocimiento. Se ha demostrado que los niños actúan en función de cómo calculan sus capacidades. Primero, es importante destacar que el aprendizaje de cada niño o niña depende de su desarrollo cerebral. Segundo, que los infantes aprenden en la escuela y de su entorno.

Esto quiere decir que las infancias que subestiman su conocimiento, estudiarán menos y, por lo tanto, aprenderá menos. Así mismo, la desmotivación impide que asimilen saberes de su entorno. Un error común es suponer que un infante que obtiene excelentes calificaciones será un ciudadano productivo. Si bien, esto es un buen indicador de su memoria, no refleja necesariamente su habilidad para resolver problemas.

¡Suscríbete a nuestro canal de YouTube! Aquí podrás encontrar contenido de calidad y de los temas más relevantes de Veracruz

Prestar atención a los procesos de enseñanza-aprendizaje de los infantes, sin buscar la genialidad, incentiva el desarrollo de su curiosidad y creatividad. Comencemos a visualizar a los niños y niñas como piezas generacionales claves. Reconociendo que sus preguntas pueden motivar la reflexión. Al final de cuentas, las mentes “frescas”, después de la preparación adecuada, también pueden cambiar al mundo.

*Instituto de Neuroetología, UV.

Constituirnos como sociedad involucra aceptar que somos distintos. La diversidad no está solo relacionada con las creencias, los gustos, ni los hábitos. Las sociedades requieren, además de ciudadanos que habitan un entorno y se adaptan para sobrevivir, la existencia de individuos con características genéticas y fisiológicas particulares. Esta diversidad es observable en cada etapa del desarrollo humano.

Estas etapas (infancia, juventud, adultez) las vinculamos con la edad. Entendiendo que durante la infancia se mantienen activos los procesos de “maduración” de los órganos y los sistemas del cuerpo, mientras que en la juventud se tiene el más alto rendimiento funcional de esos sistemas, y en la etapa adulta, las habilidades consolidadas facilitan la supervivencia, aunque por causas naturales, el cuerpo se desgaste.

Tener claras estas diferencias funcionales da oportunidad de entender que cada edad tiene fortalezas y debilidades. ¿Somos conscientes de estas para estructurar los roles sociales? ¿Damos mayor participación de ciertas edades en las actividades de la comunidad? ¿Tenemos preferencia de atención por algún grupo de edad particular? ¿Son todos los grupos de edad necesarios para el equilibrio social?

En la actualidad, la sociedad trata de satisfacer las necesidades e intereses de las personas adultas. Este modelo social limita la integración de saberes y habilidades. Las sociedades que buscan garantizar por igual el bienestar y la salud de las infancias, las juventudes y los grupos de edad adulta realmente pueden garantizar una estructura social que permita la transmisión eficaz del conocimiento, y la paz social.

En este contexto analicemos el rol de las infancias. Alguna vez hemos escuchado a alguien decir: “Tú que vas a saber si eres un niño”, demeritando su conocimiento. Se ha demostrado que los niños actúan en función de cómo calculan sus capacidades. Primero, es importante destacar que el aprendizaje de cada niño o niña depende de su desarrollo cerebral. Segundo, que los infantes aprenden en la escuela y de su entorno.

Esto quiere decir que las infancias que subestiman su conocimiento, estudiarán menos y, por lo tanto, aprenderá menos. Así mismo, la desmotivación impide que asimilen saberes de su entorno. Un error común es suponer que un infante que obtiene excelentes calificaciones será un ciudadano productivo. Si bien, esto es un buen indicador de su memoria, no refleja necesariamente su habilidad para resolver problemas.

¡Suscríbete a nuestro canal de YouTube! Aquí podrás encontrar contenido de calidad y de los temas más relevantes de Veracruz

Prestar atención a los procesos de enseñanza-aprendizaje de los infantes, sin buscar la genialidad, incentiva el desarrollo de su curiosidad y creatividad. Comencemos a visualizar a los niños y niñas como piezas generacionales claves. Reconociendo que sus preguntas pueden motivar la reflexión. Al final de cuentas, las mentes “frescas”, después de la preparación adecuada, también pueden cambiar al mundo.

*Instituto de Neuroetología, UV.

Ecología

¿Los murciélagos son grandes polinizadores? Gracias a ellos disfrutamos del mango y cacao

Aunque hay muchos mitos que lo ponen en peligro, en realidad este pequeño mamífero es inofensivo y un gran dispersor de semillas

Local

Visita de reliquia de san Judas Tadeo es oportunidad para reforzar la fe: padre Helkyn

Las comunidades por donde pasará la reliquia se han ido disponiendo para que no sea solo un evento

Local

Videojuegos son importantes para la interacción de infantes y adolescentes, pero con moderación

Es importante eliminar el estigma asociado a los videojuegos, especialmente entre los más jóvenes

Local

Pobreza sigue en aumento: veracruzanos no acceden a una vida digna

Las carencias sociales colocan a Veracruz entre los estados con mayor número de personas afectadas por la pobreza

Deportes

Vuelan adolescentes en el Trail Villas Pico de 2.5 kilómetros

Después de las 6:30 de la mañana comenzaron a llegar al punto de partida las niñas y niños

Local

Tránsito lento por reparaciones en el Paseo Colón de Orizaba, ¿cuánto durarán las obras?

Personal de Mantenimiento indica que se hace el cambio porque es un riesgo para los peatones que cruzan la vía