Xalapa, Ver.-Ante la amplia variedad de frutos tropicales que se producen en Veracruz surgió el uso de los estudios moleculares y bioquímicos para conocer los beneficios, usos, valor agregado, vida en anaquel y posibilidades de exportación del aguacate, la guanábana, el zapote, el chicozapote y el mango.
El análisis de estas frutas está a cargo de la Red de Estudios Moleculares Avanzados del Instituto de Ecología (Inecol), espacio desde donde se planea generar acciones que permitan incrementar el desarrollo del campo veracruzano.
Desde hace cinco años Eliel Ruiz May y José Miguel Elizalde Contreras, ambos investigadores pertenecientes a mencionada Red, se dedican a realizar el análisis de productos locales.
En esta ocasión, al visitar las instalaciones de Diario de Xalapa, dieron a conocer parte de la investigación que realizan, específicamente con mango, fruta que, entre otros municipios, se cultiva en Actopan y Jalcomulco.
El trabajo se ha realizado de forma directa con productores de la comunidad Los Ídolos, en el municipio de Actopan, con quienes han emprendido el camino de la investigación de esta fruta que tiene su periodo de cultivo entre febrero y agosto.
Aunque las investigaciones son complejas y se realizan en conjunto con el apoyo de algunos los centros especializados en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), entre éstos Yucatán y Hermosillo, éstas han dado sus primeros frutos.
“Necesitábamos realizar una investigación que nos permita buscar las acciones para recuperar el mercado que tenía Veracruz, antes la entidad ocupaba el primer lugar en producción de mango manila, ahora estamos muy lejos de eso”, expusieron los investigadores.
Con el análisis del producto se busca otorgarle un valor agregado, entre éstos el uso de la cáscara para crear productos estéticos o en la elaboración de medicamentos.
Además, se buscará identificar la incidencia de algunas plagas en el mango para con ello eliminarlas, evitar que se reproduzcan o detenerlas, con lo que se lograría que esta fruta llegue no sólo a los anaqueles mexicanos, sino al comercio internacional.
Una de las características que se ha identificado en el mango de tipo Tommy es que cuenta con capas de cera, lo que le permite tener una mayor vida en anaquel. Entre las metas de los investigadores se encuentra poder crear en un futuro, que se definirá conforme el análisis de la fruta surja, una cera similar a la de este mango para ser colocada en las otras variedades del producto, con lo cual podría mejorar su calidad e incluso exportarse.
Los investigadores están seguros de que los resultados serán favorables, no sólo para el área científica, sino también para el campo veracruzano y los productores que requieren ampliar su mercado de venta.