Córdoba, Ver.- Son muchos los propósitos que se hacen al contar las doce uvas, pero cuando da inicio el año comienza la carrera para cumplir con las obligaciones diarias de familia, trabajo, casa y salud, lo que complica más alcanzar esas metas pero con decisión, constancia y compromiso se puede, afirma el psicólogo y psicoanalista César Sinhué Gómez.
Cuando el proceso de la vida concluye, las personas entran en una etapa de duelo que crea sentimientos de tristeza y nostalgia algo que ocurre cada 31 de diciembre, pero al mismo tiempo en enero nuestras emociones se sobreponen con pensamientos positivos que motivan a hacer cosas buenas y mejores de las que ya se hicieron el año que concluye, explica el especialista quien señala es un periodo de mucha actividad emocional.
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¿Por qué ocurre en estas fechas?
“Se crean muchas expectativas y muchos propósitos al iniciar el año, pero éstos se tornan complicados conforme avanza el tiempo ya sea por la carga laboral, los compromisos familiares, las dietas, etcétera, que al no cumplirse van generando mayor sentimiento de culpa, estrés e inconformidad con uno mismo, pero se debe ser paciente y constante para alcanzar esas metas, se deben trazar metas reales”, afirma el psicoterapeuta.
El regreso a la escuela también es un factor que se torna un poco más estresante, porque es retomar el ritmo de vida de levantarse temprano, cumplir con horarios, llevar a los más pequeños a la escuela y entre muchas otras cosas, se crea un efecto dominó en donde se va cayendo en un cúmulo de obligaciones y actividades que descontrolan la tranquilidad que dejó el periodo de vacaciones.
En muchos casos este estrés, se refleja con los hijos en las bajas calificaciones que comienzan a surgir el primer mes del año, que al no tener suficiente motivación en el hogar o problemas, terminan repercutiendo en el bajo desempeño escolar siendo causa de un mayor conflicto en el hogar.
“A este paso, de una etapa a otra, se le debe considerar mantener hábitos saludables que ayuden a que los propósitos no se vuelvan cargas imposibles de cumplir, trabajar mucho con las emociones dentro de la familia y de ser necesario buscar apoyo con un especialista para que se pueda tener una estabilidad desde el inicio de año, dejando de lado los desafíos impuestos como propósitos de año, todo con disciplina y decisión puede lograrse”, afirmó el psicólogo.
La cuesta de enero y los gastos de Navidad, Día de Reyes y Fin de Año se reflejan en la economía, la cual se ve fracturada en la primer quincena del año que suele ser para muchos la más larga y difícil de soportar, pero esto tiene solución y no debe causar caos o conflicto interno, por el contrario, se debe trabajar con calma en el aspecto emocional para salir de esta situación.
¿Cuál es la recomendación para evitar el estrés por inicio de año?
Es por ello que como propósito de año nuevo se debe considerar atender principalmente a la salud mental, para que así todas esas metas que se pongan con cada uva se puedan cumplir sin sufrir en el proceso ni sin llegar a problemas dentro del círculo social o familiar.
Nota publicada en El Sol de Córdoba
