Orizaba, Ver.- La obra de Monseñor Hipólito Reyes Larios será un punto de referencia de la gente buena que ha pasado por Orizaba y que hizo el bien a sus ciudadanos, en nuestro caso a la feligresía, en la construcción de una comunidad más justa y más fraterna, así lo expresó Monseñor Eduardo Cervantes Merino, al develar junto con familiares y autoridades municipales, una placa en memoria del primer Obispo de Orizaba y IV Arzobispo de Xalapa, al cumplirse un año de su fallecimiento.
“Ha dejado y seguirá la huella particular, en los sacerdotes, las comunidades cristianas de la ciudad de Orizaba y todas las parroquias que configuran nuestro territorio diocesano”, dijo.
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Ante la familia del Arzobispo señala que la placa es un memorial a un pastor, que animado por el Espíritu del Señor que está sobre nosotros, su lema episcopal, impulsó a la comunidad a vivir los valores del Evangelio animándonos a mirar la meta de nuestra vida que es el cielo, pero con los pies bien puesto en la tierra, asumiendo las situaciones sociales políticas, económicas y culturales que nos envuelven y que muchas veces sabemos le causaron críticas y hasta descalificaciones; pero esa –resaltó- es la misión del profeta.
Él fue un pastor y profeta que asumiendo la vocación que el Señor le dio, lo hizo con alegría, con optimismo, con corazón limpio, con la palabra amable y la fe puesta en el Señor.
Agradeció a nombre de la comunidad cristiana por esa placa con la que se reconoce al primer pastor del pueblo de Dios que peregrina en la Iglesia de Orizaba. Es un momento de memoria a quién quisimos, a quién tratamos, admiramos y que siempre estará en la mente y corazón de los cristianos, como un testimonio de quien se encontró con el Señor y decidió seguirlo, en todas las circunstancias, con alegría y entrega.
¿Cuáles fueron las palabras del hermano de Monseñor Hipólito Reyes Larios?
Luis Reyes Larios, hermano del Arzobispo lo recordó con una frase de San Agustín, que le gustaba mucho: “Si me asusta lo que soy para vosotros me consuela lo que soy con vosotros; para vosotros soy Obispo, con vosotros soy cristiano. El primer título comporta un peligro, el segundo me asegura a la salvación”.
Esta frase dijo, retrata a don Hipólito Reyes, de cuerpo entero pues ambas cosas intentó cumplirlas cabalmente, fue un hombre apasionadamente consagrado a su Ministerio y muy cercano a la gente.
“Por eso la familia Reyes Larios fundada por nuestros padres, Melitón Reyes Andrade, obrero sencillo consagrado al servicio de sus compañeros obreros, pero también a los jubilados, viudas y pensionados y de doña Lolita Larios Pastrana, que no solo cuidó a sus hijos y esposos, sino que fue una persona de oración total, nos sentimos sumamente agradecidos con Dios por haber escogido a nuestro hermano Hipólito para servirle como primer Obispo de nuestra Diócesis y cuarto Arzobispo de la Arquidiócesis de Orizaba”.
Tras develar la placa y recorrer el callejón que está junto a la catedral, mismo que lleva su nombre, familiares y autoridades municipales participaron en la Eucaristía que concelebró el Presbiterio de la Diócesis y el Obispo Emérito de Córdoba, Eduardo Patiño Leal.
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Ahí, los prelados agradecieron por el pastor que dio Dios a la Diócesis de Orizaba, “gracias porque fue hermano mayor de nuestro presbiterio, gracias por la amistad que tuvimos en los estudios, en el Ministerio presbiteral y episcopal”, dijo el Obispo de Orizaba.
Don Eduardo Patiño Leal, Obispo Emérito de Córdoba pidió que Dios siga bendiciendo la obra que realizó en la Diócesis, que nació al mismo tiempo que la de Córdoba. Recordó y agradeció por el tiempo compartido, por las vivencias que juntos compartieron.
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La celebración concluyó al bendecir el Obispo de Orizaba el pequeño altar que en recuerdo Monseñor Hipólito Reyes Larios se colocó en un costado del altar mayor, en catedral.