Peligrosa carretera de Orizaba a Zongolica y hacia Tehuipango

Los alcaldes de la zona ya enviaron escritos a los diputados federales y locales del distrito de Zongolica

Mayra Figueiras | El Sol de Orizaba

  · miércoles 25 de enero de 2023

Desde el municipio de Rafael Delgado hasta Zongolica y Tehuipango son incontables los hoyancos que existen / Foto: Rafael Ramos

Rafael Delgado, Ver.- Comerciantes, taxistas, y vecinos de la zona de las Altas Montañas afirman que las carreteras de Orizaba a Zongolica y hacia Tehuipango son muy peligrosas porque están llenas de baches, zanjas y carecen de señalamientos, desde hace 5 años.

El año pasado, alcaldes de la zona serrana pidieron a funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT) rehabilitar los dos caminos, pero sólo taparon algunos hoyos.

Luis Tocohua, líder de la Organización de los Pueblos Náhuatl de la Sierra de Zongolica, dijo que de nada sirvió parchar la carretera desde Tequila hasta Zongolica, pues con las lluvias aparecieron más baches y zanjas.

“Lo que hace falta es quitar el asfalto y volver a tender otro nuevo, ya que es un gasto innecesario la inversión que se lleva el agua que desciende de los cerros cuando llueve”, abundó.

¿Cómo están las condiciones de la carretera Rafael Delgado a Zongolica?

Desde el municipio de Rafael Delgado hasta Zongolica y Tehuipango son incontables los hoyancos que existen, y que son un riesgo para los conductores de camionetas del servicio mixto rural, taxistas, y operadores de autobuses.

Suceden accidentes de vehículos que se salen de la carretera debido a las pésimas condiciones de la carretera hacia esos municipios, reveló el dirigente.

Piden que diputados federales y locales intervengan

Revelo que los alcaldes ya enviaron escritos a los diputados federales y locales del distrito de Zongolica, pero siempre dicen que ya hicieron la gestión, aunque las vías de comunicación continúan sin mantenimiento.

En la última década, la carretera de Orizaba hacia Zongolica y Tehuipango se encuentra abandonada, sin que haya recibido una “manita de gato” durante la administración del gobierno del estado.