“Por primer vez en la historia de la sierra de Zongolica empieza a haber primeras mujeres con licenciatura en familias donde solo los hombres tenían la oportunidad. Por primera vez no nos estamos dejando convencer por los papás y buscamos alcanzar nuestros sueños”, expresa en entrevista Aurora Lucía González Méndez.
Originaria de Tequila, Veracruz, Aurora tiene 28 años y forma parte del grupo profesionistas o emprendedoras que asumen el compromiso de seguir creciendo y apoyando a su comunidad.
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En visita a Xalapa, donde fue presentada como articulista, la licenciada en Mercadotecnia y Publicidad afirma que la mujer indígena no solo tiene menos oportunidades de crecimiento sino que también es señalada por romper con los roles de género establecidos y arraigados en la familia y en la sociedad.
Lamenta que en 2022, todavía muchas mujeres de su municipio y región viven discriminación, violencia familiar, nulo derecho a una planificación familiar y apego a algunas tradiciones dañinas.
Llama a las mujeres a acabar con los miedos y ponerse objetivos claros: “Sí se puede salir de la ignorancia, sí se puede estudiar y entrar a algunas áreas que nos hacen creer que son exclusivas de hombres”.
Lucía estudia actualmente su segunda licenciatura, esta, en Formación docente. Ella es mamá de un niño de ocho años y lejos de ser un freno para su vida, asegura que es una motivación para seguir creciendo.
“Un embarazo a edad temprana no tiene por qué romper sueños. Hay que apoyarse en la familia, en los amigos… Ellos te van a sostener para seguir adelante”, expresa.
¿Cuántos en su familia tienen carrera profesional?
Satisfecha con sus logros, dice con orgullo que en su familia ya es la segunda persona que va por una segunda carrera profesional. Cree que tener ejemplos es importante no para el ego sino para motivar a otras personas a vencer sus temores.
“Como mujeres tenemos miedo a salir sin un respaldo económico porque vemos que para los varones es más fácil conseguir un trabajo y para nosotras es más difícil; es real pero no por eso nos vamos a limitar”, puntualiza.
Con la indumentaria tradicional de la sierra de Zongolica, asegura que a la mujer indígena se le cierran muchas puertas, a pesar de que se habla de avances para evitar la discriminación.
“Yo les digo a los jóvenes, sean de la comunidad que sea, que no tengan miedo, que lo intenten, que busquen oportunidades, y si no se dan, no importa, tal vez no es el tiempo pero no hay que perder el enfoque”, indica.
Con respecto a los roles de género, apunta que aún están muy arraigados y centrados en el matrimonio, en formar una familia y en realizar labores del hogar. Salir de ello es enfrentarse a críticas e incluso burlas, pero declara que vale la pena instruirse.
Presume que su mamá y sus abuelos son de las primeras personas que lograron hacer estudios profesionales en Tequila. Su mamá, Janeth Lucía González, estudió Administración de Empresas y sus abuelitos son maestros rurales.
Crecer con estos ejemplos, asegura, sí tiene un impacto positivo, por eso ella desea motivar a más mujeres.
Entre sus sueños tiene fundar una asociación para apoyar a todas las mujeres que quieran ser el cambio de sus familias y apoyar a más estudiantes en el nivel superior.
Mientras alcanza sus metas, invita a conocer su escrito “Plan de vida”, disponible en la revista “Juventudes por la paz” del Centro Estatal de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia.