Ixhuatlancillo, Ver.- El ser humano tiene la posibilidad en este plano existencial, de renacer; puede hacerlo metafórica y mentalmente a través de un ritual mejor conocido como temazcal, sostuvo Lucía Morales Celestino, representante del Instituto Veracruzano de Asuntos Indígenas.
Agregó que el temazcal está en constante diálogo con la naturaleza y su fin es calmar dolores, aliviar sustos y tristezas. Este tipo de sanación integra a los cuatro elementos y sirve para todos los males que acongojan al ser en todas sus facetas: orgánica, mística y etérea.
- Te puede interesar: Pobladores prehispánicos, ¿cómo fueron sus enfermedades?
Explicó que el término viene del náhuatl temazcalli, que quiere decir, casa donde se suda; “temaz”, significa sudor, y "calli", casa. Es un baño de vapor que se emplea en la medicina tradicional de los pueblos indígenas, el cual actúa sobre los diferentes planos de manifestación de la enfermedad que se encuentran alterados o desequilibrados ya sea a nivel físico, emocional y espiritual.
“Al tomar un temazcal, los beneficios actúan sobre el ámbito natural, social y cultural de la persona. Esto cobra más sentido si tenemos en cuenta que el temazcal está presente en diversas creencias, tradiciones, normas y sistemas indígenas de Veracruz”, añadió.
¿Cuál es la importancia del temazcal en la salud y bienestar?
Según los médicos tradicionales y practicantes, la función del temazcal es precisamente ayudar a restaurar ese equilibrio, abundó.
La construcción está hecha con piedras y ladrillos. Para muchos podría equivaler a un sauna o baño de vapor; sin embargo, la experiencia de temazcal es mucho más completa, pues intervienen otros elementos: infusiones herbales y la guía de una curandera.
“La gente viene porque se quiere relajar, sentirse mejor y lo logra, se va oliendo a hierbitas y descansados. En el temazcal dejan todas las toxinas que trae el cuerpo y las sacan con el sudor. Algunos vienen para tratarse enfermedades respiratorias; dolores musculares, de cabeza, de estómago; para cerrar el cuerpo después de una caída; o las mujeres, después de tener un parto”.
Algunas de las plantas que se utilizan son: hojas de eucalipto, gordolobo, pirul y romero, así como otras hierbas medicinales que la temazcalera o curandera recolecta antes de cada sesión. Posteriormente, se hace una mezcla con estas hierbas, misma que se rocía sobre las piedras que están al rojo vivo durante el ritual.
“Este baño es terapéutico, sirve para los músculos; en los que sufren de reumas o mala circulación el cuerpo se relaja, se calientan los tendones y vuelve a circular la sangre. Otra de las creencias es que la conexión con la tierra se realiza a través de los elementos; es así como uno se limpia. Al entrar al temazcal es como volver al vientre de la madre, al terminarlo uno vuelve a nacer porque ya se purificó el cuerpo y, tiró todo lo que tenía, a través del sudor”.
Para quienes no han probado el temazcal y quieren vivir esta experiencia, pueden hacerlo en la comunidad de Chicola II, en las inmediaciones del fraccionamiento Valle Dorado.
Quienes quieran purificar cuerpo, mente y espíritu tienen que ir una vez al mes; otros van algunos, una vez por semana, pero eso depende del ritmo y disposición de cada persona y cada cuerpo, concluyó.