Orizaba, Ver.- En la Parroquia de La Asunción, de Barrio Nuevo se lleva a cabo este fin de semana el Festival del Mole que tiene como propósito reunir recursos para la remodelación del altar mayor del templo.
Quienes participan son vecinos de ese lugar, donde tradicionalmente se elabora este platillo, de acuerdo a la tradición que les transmitieron sus antepasados. Generalmente esta fiesta la hacen al acercarse la fiesta de Todos Santos y Fieles Difuntos, a finales de este mes, pero la hicieron en esta fecha para reunir recursos y apoyar los proyectos que tiene la parroquia.
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Afuera del templo instalaron mesas y lonas para que las personas que llegan a degustar el mole y los tamales lo hagan cómodamente, mientras en distintos puestos las señoras se encargan de servir los platillos.
Doña María explicó como prepara el mole: “Se limpia el guajolote y se cuece en suficiente agua, con la cebolla y los ajos picados, se agrega el guajolote hasta que el agua este hirviendo, después de que vuelva a romper hervor se agrega sal, para sazonarlo. Debemos dejar el guajolote en el fuego hasta que la carne esté suave; en ese momento es que comenzaremos con la preparación del mole, por separado”.
Agregó que las especias se deben dorar por separado “puedes dorar juntos el clavo de olor y las pimientas, y por separado el orégano y el comino, para que estos dos últimos no se quemen; también se doran la cebolla, los jitomates y los tomates picados. En un recipiente aparte se agrega taza y media de caldo de guajolote -el mismo que salió al cocerlo- al chocolate, para disolverlo”, agregó.
¿Cómo lo preparan?
En Barrio Nuevo elaboran el mole en metate, como tradicionalmente se hace, agregan un poco de caldo de guajolote para ayudar la molienda, el chocolate se agrega a lo último para hacer una pasta uniforme.
En una cazuela grande de barro se pone un poco de aceite y se lleva a fuego alto, cuando este bien caliente se agrega poro a poco el mole que se acaba de hacer y una vez que haya vaciado todo se incorpora bien la pasta y agrega suficiente caldo hasta lograr la consistencia típica, por último, se agrega la carne del guajolote (ya cocida) y se deja que la preparación hierva.
Las familias participantes en este festival invitan a la población de Orizaba a que se acerquen y prueben el tradicional mole y tamales de frijol, de Barrio Nuevo y contribuyan así con la obra de remodelación del altar mayor de su parroquia.
Durante el festival se hizo la recreación del “Xochipitzahuatl” conocido como Baile del Guajolote, ésta es la representación de una pareja que contrae nupcias a la manera ancestral, en ella los padres de la novia regalan un guajolote con el que bailan en medio de la algarabía de los vecinos.
Es una fiesta que une lo prehispánico con la cultura traída por los españoles. El papel de la mujer dentro de la festividad de la comunidad es importante y fundamental. “La mujer tiene grandes cualidades para la organización, por eso ellas se encargaron de preparar tamales de frijol con hoja de aguacate y el mole, que desprendía un delicioso olor, para venderlo a decenas de comensales que asistieron a la festividad.