Xalapa, Ver.-Algunas de las tienditas de barrio que sobrevivieron a la pandemia fue porque no pagan renta, debido a que en alrededor de 50 por ciento les han bajado las venta debido a que sus clientes han dejado de consumir refrescos, latería y productos procesados, sólo consumen lo básico como tortilla, huevo, café, leche y pan, entre otros, señalaron Alma Delia Corona Sarabia, Lorenzo Mancilla Hernández, Rogelio Jiménez Cuéllar y Mónica Lucía Cortés.
Al comentar que algunas tiendas cerraron, Lorenzo Mancilla dijo que la gran ventaja que él tuvo es que habilitó una parte de su casa y ahí reabrió el negocio que inició en un local pagando renta, con él coincidió Alma Delia quien también trabaja en su casa.
Ella añadió que para poder sobrevivir durante el último año, ha tenido que echar mano del gasto familiar para meterlo al negocio y tratar de surtir los productos que le piden porque hay algunos que casi no se mueven como la latería y los alimentos procesados.
Puntualizó la vendedora que sus clientes sólo están demandando los artículos de la canasta básica como tortilla, huevo, café, leche, arroz, sopas de pasta y la verdura como tomate, cebolla, ajo, chile y alguna fruta de temporada porque están a buen precio como la naranja.
En su opinión, las ventas bajaron en alrededor de 50 por ciento, por lo que actualmente sólo le da vuelta al dinero, asimismo bajó el número de clientes debido a que algunos se quedaron sin trabajo.
En ese contexto abundó que "ha disminuido la demanda de refrescos enlatados y embotellados en parte también porque no han dejado de subir, así como la demanda de verduras y frutas en lata".
Además también bajó la demanda de algunos productos de abarrotes debido a que sus clientes sólo están pidiendo los productos básicos.
Compran lo necesario
Mancilla Hernández comentó que en alrededor de 40 por ciento bajó la demanda y que si bien prácticamente todos los artículos salen, es en menor cantidad, ya que sus clientes sólo consumen lo del día, por ejemplo una papa, una zanahoria, y un chayote. Asimismo hay quien compra el cono de huevo completo, pero también muchas familias sólo llevan tres o cuatro huevos, lo que van a desayunar o a comer.
Tiene clientes que sólo compran medio kilo de tortilla, 4 o 5 huevos, dos tomates y dos chiles porque “no hay para más”. Jiménez Cuéllar indicó que sabe de dos o tres negocios que tuvieron que cerrar debido a que ya no pudieron soportar los pagos de renta, luz y agua comercial, así como la mala administración.
Confirmó que la gente cuida lo que compra, por lo que muchos productos se mueven lentamente, de ahí que sólo reinvierte en lo que tiene salida en el transcurso de la semana, que son los productos básicos: leche, huevo, queso, azúcar, arroz y frijol, actualmente se mueve poco las leches condensadas y evaporadas, las harinas para hot cakes y atoles, las mermeladas y cajetas, eso ahorita prácticamente no se vende. También disminuyó la demanda de bebidas enlatadas, aunque con el calor parece que empiezan a moverse más, muy lento van saliendo los productos de pan envasados, la gente prefiere comprar cinco bolillos por diez pesos que llevar un pan para sándwich de 35 pesos.
Por su parte Mónica Lucía Cortés señaló que si bien la ganancia es prácticamente nula, lo que le ayuda es que está en su casa, que no paga renta y que para el gasto diario de su familia sale de tienda.
Confirmó que la demanda de productos es sólo de básicos, y que esporádicamente salen los enlatados, ya que la gente prefiere comprar 5 pesos de chícharos que una lata que vale diez pesos o un elote por cuatro pesos que una lata de diez o 12 pesos.
“La gente busca su economía, si tengo atún de diez o 15 pesos se llevan el más económico, de las galletas de 9 pesos u once pesos, prefieren las baratas y así está todo, aunque no sea lo mejor, pero cuando menos ese día ya resolvieron la comida para sus familias", expresó. Como en casi todas las tienditas, Lucía Cortés tiene una libreta donde va anotando lo que le quedan a deber sus clientes porque a la quincena ya se les hacen 200 o 300 pesos.
“Es una forma de apoyar, pero no se puede con toda la gente porque es verdad aquello de que pierde uno el producto y al cliente porque por no pagar, ya no regresan por acá´, concluyó.
Tienditas de la esquina apoyan economía de familias
Las tienditas de las colonias representan una opción económica para los vecinos, así como la forma de que una familia obtenga recursos para mantenerse, por otro lado son un apoyo para sus vecinos y clientes al tener un sistema de crédito y a la vez son establecimientos donde el cliente ahorra porque sólo va a comprar lo básico y no artículos que termina no usando como los que se adquiere en las cadenas comerciales, opinaron el antropólogo social, Juan Alejandro Rodríguez Hernández, y el sociólogo Eduardo Antonio Mendoza.
Para Rodríguez Hernández es importante la vigencia de los pequeños establecimientos comerciales de las colonias y barrios populares porque representan una opción económica para sus habitantes; son una manera de que una familia obtenga recursos para mantenerse, ya que generan sus propios empleos. Por otro lado son una alternativa local que posibilita contrarrestar la economía globalizadora que arrasa a través de sus compañías comerciales, que además ofrecen productos ultraprocesados que dañan la salud de la población como bebidas azucaradas o exceso de enlatados.
Añadió que hay familias que han tenido tiendas durante varias generaciones en colonias de las ciudades porque representan un ingreso económico sin tener que salir de su casa y descuidar a los niños o a personas de la tercera edad, además porque es una manera eficiente de que los integrantes de cada familia compartan responsabilidades.
El sociólogo Eduardo Antonio Mendoza comentó que las políticas del gobierno federal están encaminadas a rescatar el mercado interno, de ahí que se esté apoyando a este sector para que siga representando una forma de empleo. Por otro lado, la población debe hacer conciencia que comprando en estos establecimientos se apoya la economía local, regional y por supuesto la de familias conocidas, en calles y colonias, a veces "de toda la vida". En ese sentido los consumidores también deben pensar que si desean seguir siendo esclavos de las nuevas formas de tiendas de raya a través de las tarjetas de crédito.
En su opinión, por más que la globalización quiera acabarlas, siguen funcionando con mucha competencia porque ante la falta de empleos, se han abierto otras que ofrecen los productos básicos. Además algunas ya tienen sistema de crédito que apoya a sus clientes recurrentes.