Orizaba, Ver.- Mañana miércoles, el Ayuntamiento de Orizaba rendirá un homenaje a Francisco José Gabilondo Soler, mejor conocido como "Cri-crí, el Grillito Cantor" al celebrarse el 114 aniversario de su nacimiento en esta ciudad. Con un acto cívico colocarán una ofrenda floral y harán guardia de honor ante el monumento que se ubica en la Alameda que lleva su nombre, aparte de que realizarán un programa con la participación de diferentes áreas del Municipio, que se transmitirá de manera virtual.
Mario Alberto Arenas Sánchez, coordinador de Educación en Orizaba dijo que la ceremonia se realizará a las 11:30 de la mañana, en ella se contará con la participación de una representante infantil del DIF Municipal quien dará a conocer vida y obra del genio musical orizabeño.
A las 12 horas, personal del Ayuntamiento realizarán talleres didácticos, cuenta-cuentos, números artísticos, narrativa de este personaje; todas estas acciones las podrá ver la población en las redes sociales del Ayuntamiento y también en el canal de TV local, agregó.
De esta forma, apuntó, se busca fomentar el sentido de pertenencia entre la población y especialmente entre la niñez.
Cabe mencionar que, Francisco José Gabilondo Soler nació el 6 de octubre de 1907, en Orizaba, Veracruz; fue hijo de Tiburcio Gabilondo y Emilia Soler. Desde pequeño mostró interés por aprender y estudiar, pero no por asistir a la escuela; prefería el rumor del campo y el murmullo del bosque al barullo de sus compañeros de clase; aprendió más por sí mismo que con profesores.
En una entrevista que concedió Óscar Gabilondo Vizcaíno a El Sol de Orizaba, recordó que los compañeros inseparables de su abuelo fueron los cuentos, relatos e historias de Emilio Salgari, Julio Verne, los hermanos Grimm y Hans Christian Andersen. Leía historias que tenían que ver con la ficción, pero también con la realidad.
En las canciones de Cri-crí reflejan, dijo, el entorno en el que se desarrolló. “Los ríos que hay en la ciudad le dieron vida al Chorrito, pero también a otros cuentos cantados, como aquel que dice: “Un barquito de cáscara de nuez..., y que seguramente en esas aguas se fue navegando hasta el mar”. Fue un compositor prolífico pues escribió 263 piezas musicales.
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En la ciudad que lo vio nacer se le tiene siempre presente, pues se observan figuras de algunos personajes de sus canciones en diferentes puntos de la ciudad, desde el pequeño parque que se ubica junto a la casa donde vivió, atrás de la Catedral; en los jardines de la Alameda, en una de las avenidas de la ciudad, que llevan su nombre hasta en el Museo que se creó para dar a conocer las canciones, que fueron recreadas con maquetas hechas por artesanos de la región.
Francisco Gabilondo Soler falleció a la 13:40 horas del 14 de diciembre de 1990 en su casa de Texcoco, en el Estado de México.