Xalapa, Ver.- Mientras hablaba, hubo momentos que doña Candelaria Hernández hacía una pausa, guardaba silencio, un nudo en la garganta le impedía articular palabra alguna y sus ojos se llenaban de lágrimas al narrar el infierno que vivió el pasado miércoles durante la fuerte lluvia que azotó esta ciudad. “Sentí miedo, dolor y tristeza de ver cómo se inundaba mi casa y perderlo casi todo”, dijo al mostrar sus bienes perdidos que quedaron en el patio arrinconados y hechos añicos.
Doña “Cande”, de 50 años de edad, fue una de los vecinos de la calle Francisco Vaso de Andrade de la colonia Constitución del Sumidero que padecen ese ya añejo problema y que hasta hoy día nadie le ha dado solución.
“Perdí todo, muebles, refrigerador, comedor, horno de microondas, estéreo, licuadora y trastes, incluso el calzado también, no me dio tiempo de levantar nada”, comentó.
En el interior de un hogar frío por la humedad las huellas claras de la inundación saltaban a la vista: una línea oscura mostraba los 2.10 metros de altura hasta donde llegó el nivel del agua. “Nos sorprendió a todos, fue de momento, pero no nos imaginamos que fuera a llegar tantísima agua”, expuso.
Reconoció que hubo momentos que la invadió el miedo. “Tuve mucho miedo y llegué a pensar que la casa se me iba a caer, pero no podía salir porque la caja de luz está abajo; ¿por dónde me salgo si no me dio tiempo de moverle al switch? Capaz que bajo y me electrocuto”.
Recordó que en años anteriores el nivel del agua llegó hasta un metro, pero esta vez fue diferente, incluso policías realizaron labores de rescate para sacar a una señora que se quedó atorada en el segundo piso de su casa, ya que el agua cubrió el primero en su totalidad.
“Nunca hemos vivido algo así, fue una inundación; antes el agua se iba porque hay un resumidero, pero en esta ocasión no porque llovió de tres y media de la tarde a once de la noche”, mencionó.
A nuestra entrevistada le gustaría recuperar sus pertenencias por las que ha luchado toda una vida. “La verdad pido ayuda porque estoy en tratamiento por el cáncer. Ya perdí un seno, mis cosas y mi casa está muy mal, pero no puedo pagar una renta porque o es ésta o el tratamiento”, concluyó, al tiempo que dijo tener 19 años en franca batalla contra la enfermedad.
Las secuelas que dejó en esa colonia la fuerte tormenta duelen, queman en lo más profundo del alma y del espíritu, pero doña “Cande” sigue firme, en pie, es como esos fuertes árboles que en medio de un huracán se tuercen y se doblan, pero no se rompen, ya que incluso le ha ganado la batalla al cáncer hasta por tres ocasiones.
“No nos dábamos abasto para sacar el agua de nuestra casa”, dijo por su parte la señora Rosalba Reyes, quien también sufrió algunas pérdidas y enseñó el video que tomó durante el aguacero, mostrando el nivel hasta donde llegó el agua.
La resaca que dejaron las lluvias son de consideración, ya que al rebasar el agua el resumidero buscó su camino provocando un socavón junto a una casa de la calle Julio Cerdán, la cual podría sufrir daños considerables en los próximos aguaceros de julio, además derrumbó parte de una barda del jardín de niños “Luis Donaldo Colosio”.