Orizaba, Ver.- Más de 200 hectáreas de bosque de pino y encino consumió hasta ahora el incendio que se registra, desde el pasado jueves, en el cerro de San Francisco del municipio de Maltrata. A éste se sumó el que se suscitó el domingo en la comunidad La Ciénega, de La Perla y que arrasó con más de cinco hectáreas, también de esas especies.
De acuerdo con el último reporte de la coordinación de Protección Civil de Maltrata, el gran siniestro está controlado en un 70 por ciento. Las fuertes rachas de viento que se mantuvieron desde la noche del sábado, durante el domingo y las primeras horas de este lunes obstaculizaron la labor que desde el 9 de abril realizan los combatientes para sofocarlo.
Aunque una gran parte ya está bajo control se espera la incorporación de brigadas de Perote, Las Vigas y Nogales para reforzar el número de elementos que conforman la fuerza de tarea e integran PC regional, PC Maltrata, Sedena, Conafor, Sedema, Policía Estatal y la Brigada Comunitaria de ese municipio.
INCENDIO EN LA CIÉNEGA TERMINÓ CON 5 HAS. DE BOSQUE
Protección Civil del municipio de La Perla reportó también un incendio en la comunidad de La Ciénega, alrededor de las 20:46 horas del domingo.
Jorge Martínez García, director de Protección Civil en este lugar mencionó que de inmediato se alertó a los integrantes de la Brigada Comunitaria, quienes se dieron a la tarea de realizar acciones para abrir la brecha cortafuego y mantener vigilancia en el lugar.
Tras varias horas de trabajo se logró controlarlo en un cien por ciento y liquidarlo, durante la tarde de este lunes, en un 90 por ciento. La superficie afectada fue de poco más de cinco hectáreas de bosque de pino, encino, así como dos hectáreas más de arbustos.
La fuerza de tarea que lo combatió fue conformada por Protección Civil Municipal con 5 elementos, cinco brigadistas forestales y 10 voluntarios
En los incendios de ambos municipios, el trabajo de los combatientes se vio afectada por la fuerte surada que se mantuvo en la zona, así como por la pendiente de la montaña y su topografía escarpada, que en el caso de La Ciénega ocasionó el desprendimiento de rocas.