Orizaba, Ver.- Antes de aceptar los animales que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente pidió al presidente municipal Juan Manuel Diez Francos recibir, tras rescatarlos del Santuario Black Jaguar White Tiger, en la Alcaldía de Tlalpan, es necesario conocer cuál es su verdadero estado de salud, por ello, la coordinadora de la Unidad de Manejo Animal, Mayra De la Vega Aduna, viajó a la Ciudad de México.
El alcalde Diez Francos dijo que la Profepa les pidió, casi de favor, que acepten un tigre blanco, así como otros felinos, pero eso dependerá de su estado de salud, pues “si los traen y se mueren acá, nos responsabilizan”, dijo.
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Agregó que a la ciudad llegó personal de esa dependencia a nivel nacional, a conocer la Reserva y se fueron encantados, “dijeron que es de los mejores lugares donde pueden estar”, acotó.
Aunque quisiera aceptar a todos los animales, se tienen que hacer cálculos hasta financieros, porque dar mantenimiento y sostener la alimentación de todos los ejemplares -que son más de 700 de 32 especies diferentes- es costoso; además de que también requieren espacio.
“Nos estamos aplicando, pero también hay que ver los dineros, por eso Mayra no puede tomar decisiones a la ligera; nos pueden dar 50 ejemplares, pero se necesita dinero”, apuntó.
Resaltó que mientras se toma una decisión se readaptan áreas. “Estamos haciendo un corral junto al Tobogán de la Montaña, ahí estarán los venados, será una reserva; estarán en un espacio mucho más grande, es más o menos una manzana, donde podrán estar más libremente”, dijo.
La Reserva Animal del Río Orizaba se creó hace 14 años y sigue creciendo; comenzó con el cocodrilario y los monos araña, que se ubican junto al Teleférico.
Al mantenimiento de ese lugar, jaulas y todas las áreas donde están los animales, así como a su alimentación el Ayuntamiento destina 4 millones de pesos anuales.