Orizaba, Ver.- El Parque Central o Apolinar Castillo es un centro de reunión para familias, estudiantes y pensionados que llegan a platicar mientras se bolean los zapatos o a disfrutar bajo la sombra de los árboles en días de calor como los que transcurren.
Los fines de semana el número de personas que se congregan aumenta pues grupos musicales los deleitan con su arte.
¿Cuál es la historia del Parque Central o Apolinar Castillo en Orizaba?
El Parque Central nombrado originalmente Apolinar Castillo en memoria del político oaxaqueño que gobernó el estado de Veracruz del 1 de diciembre de 1880 al 16 de noviembre de 1883, es un sitio de reunión que se ubica en el Centro Histórico de la ciudad, donde se respira paz.
Ahí, bajo la sombra de los árboles, paseantes, estudiantes, familias y adultos de la tercera edad disfrutan de un helado o elote, mientras descansan, antes de continuar con su camino.
Es considerado una joya arquitectónica en el que resalta el kiosco que tiene más de 1 siglo de antigüedad, donde por las tardes se instalan músicos urbanos y, los fines de semana, grupos que con su música ponen a bailar a quienes asisten a disfrutar la tarde, provenientes de colonias, barrios, multifamiliares y también de otros municipios.
La gente se acomoda en las bancas para platicar del ayer y hoy. Son viejos obreros de las fábricas que convirtieron al centro recreativo en sitio de reunión bajo la sombra de pinos y árboles adornados, en jardines llenos de flores en primavera.
Fernando Gómez, septuagenario pensionado de la cervecería Moctezuma, dice que acude al parque a platicar con sus amigos de cuando hace cinco décadas laboraban cinco mil operarios en esa fábrica.
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“Me gusta pasar una tarde tranquila leyendo un libro, comiendo un helado o tomando una bebida refrescante para que me aliviane ahora que hace calor”, relata.
Por su parte, Amada Sandoval, vecina de la colonia Modelo, expresa que los domingos llega después de las dos de la tarde, para escuchar al conjunto que deleita con salsa y cumbias a las familias.
Juan Sánchez, de oficio albañil, dice que siempre lo acompañan su esposa e hijas, y cuando los músicos tocan una “cumbia sabrosa bailamos hasta el cansancio”.
Los fines de semana calurosos el parque se convierte en una romería. Parece fiesta porque son veinte o treinta las parejas que bailan al son de la música alegre de los artistas, que dicen tienen en ese lugar a los mejores espectadores.
También llegan estudiantes después de asistir a clases para platicar y descansar en las bancas instaladas bajo los árboles que ofrecen una sombra que los protege del picante calor de la temporada.
Si llegas de otro municipio y quieres visitar el parque Castillo se ubica en el centro histórico de la avenida Colón oriente, a un lado de la Catedral y metros del Palacio de Hierro.