Orizaba, Ver.- La Escuela Secundaria Federal Tipo “Julio López Silva” cumplió este 1 de febrero 85 años de su fundación. Antes de ser reubicada en el edificio que se construyó en las faldas del cerro del Borrego, funcionó en el Palacio Municipal de Orizaba. Su aniversario lo celebrará con actividades académicas, culturales y deportivas durante varios meses.
El director de la misma Ramiro Cardozo recuerda que la secundaria fue fundada por e presidente de la República, Lázaro Cárdenas, junto con otras dos más en el país, para beneficio de los trabajadores el primero de febrero de 1938 en el conocido Centro Educativo Obrero (CEO), que se ubicó en el edificio que hoy alberga los poderes municipales.
Te puede interesar: Fue enfermera en Ayahualulco; ahora tiene certificación en Europa
En el año 1991, cuando se creó el complejo de pre-escolar, primarias y la Secundaria Federal Tipo, que se cambió al edificio que actualmente ocupa.
Los festejos comenzarán el viernes 3 con una ceremonia protocolaria y la develación de una placa conmemorativa, en la que se espera la presencia de autoridades del gobierno del estado y del municipio.
La institución, recuerda, lleva el nombre de quien fue su primer director, el profesor Julio López Silva, quien también fue presidente municipal.
Síguenos a través de Google News
La celebración que comienza este viernes se extenderá hasta mayo con la realización de actividades académicas, conferencias, culturales y deportivas que se llevarán a cabo en diferentes sedes, con la participación de docentes y estudiantes de otros planteles de ese nivel.
¿Dónde estaba originalmente la primera secundaria para trabajadores?
El edificio que albergó la primera secundaria para trabajadores de esta región fue el inmueble que hoy es Palacio de Orizaba.
Te puede interesar: Estudiantes del Conalep realizarán prácticas en empresa de transporte, te contamos
La historia arquitectónica del edificio narra que ahí estuvo el CEO hasta el año 1991, cuando el entonces presidente municipal, Isaías Rodríguez Vivas, por decreto municipal mudo los poderes de gobierno de la ciudad al edificio del Centro Educativo Obrero (CEO), encontrándose con la oposición de padres de familia y maestros para mudarse al ahora Complejo Educativo asentado en las faldas del cerro del Borrego, al que finalmente emigró la comunidad estudiantil y docente.