Orizaba, Ver.- A punto de hacer 300 cumbres en el Pico de Orizaba, Gabriel Gómez Rosete vive, disfruta, explora y promueve un deporte extremo como el montañismo, en el que comenzó a incursionar desde pequeño impulsado por sus padres, Julieta y Gabriel.
Platica que desde muy pequeño dibujaba el Pico de Orizaba en el trabajo de su padre, para después llevarlo con su abuelo; “los dibujos de mis viajes en carretera, accidentes y aventuras eran mis reportes. El pico de Orizaba representaba un símbolo en mi vida donde marco la pauta para llegar un poco más lejos y no solo dibujarlo”.
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Reconoce que una de las peores decisiones fue ir al pico de Orizaba a los 13 años, sin permiso de sus padres, lo que lo llevó a un factor de riesgo inconsciente, aunque controlado por lo aprendido por sus padres. Aunque consideró que la más peligrosa fue casarse y tener hijas que practican el mismo deporte. “Ahora debo esconderles el equipo de escalada”, dice mientras sonríe.
¿Cuándo comenzó su aventura en el montañismo?
Inició las actividades al aire libre en enero de 1985, a la edad de 6 años como miembro activo de la Asociación de Scouts de México en el que permaneció hasta 1995 impulsado por sus padres, quienes apoyaron su desarrollo profesional en los deportes de montaña y escalada.
Recuerda que el mejor regalo de cumpleaños fue un equipo de montañismo completo. “El mejor regalo de mi vida”, resalta.
En 1995 se enlistó en la Brigada de Rescate del Socorro Alpino de México, delegación Tlachichuca, Puebla, donde logró su primer ascenso a la cumbre del Citlaltépetl a la edad de 15 años, en la cara norte. Ésta fue una ruta de las más técnicas para su capacidad y competencia; para lograrlo fue asistido por grandes alpinistas mexicanos locales.
“Para ese momento usé mis botas Asolo, italianas, a las que ya les entraba agua, por lo que me coloqué unas bolsas de pan. Mi equipo era austero, pero de buena calidad. Mi padre siempre me recordaba que el equipo hechizo era peligroso. Así que estaba consciente de ello. Él fue y ha sido mi mejor consejero de montaña”, resalta.
¿En cuántos rescates ha participado en la alta montaña?
En 1999 asistió distintos rescates de alta montaña y sigue activo. En cuántos ha participado dijo haber perdido la cuenta. Recuerdo que, en ese periodo, contando con tan solo 30 cumbres -a la edad de 19 años- asistió a uno de los espeleo-rescates más técnicos del país, con espeleólogos franco-canadienses en uno de los sistemas no explorados y profundos, en la sierra de Oaxaca; donde vivió casi una semana en una caverna.
Posteriormente trabajó como guía, por lo que al año hacía entre 10 y 15 cumbres para poder renovar su equipo y mantener su deporte, que es caro.
Fue también bombero de la Central de Orizaba, por accidente. Ya que se involucró directamente en temas de rescate. “Mi perfil y experiencia me abrieron las puertas para ser parte de tan honorable Institución”.
En el año 2000, a los 20 años, intentó la escalada en el Aconcagua, apoyado por la Asociación de Excursionismo del Estado de Veracruz y la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada, pero no logró el objetivo. “No me dio pena ni remordimiento, mi equipo era obsoleto y me pegó el mal de montaña. Esa invitación me la habían dado tres meses atrás. No estaba preparado, pero no dejé ir la oportunidad”.
En 2002 se convirtió en director operativo de importantes compañías de aventura y hasta la fecha es director general de la firma Orizaba Travel Experiences, una de las más posicionadas en el estado, en turismo de montaña.
En el 2010 fue presidente del Instituto de Montañismo y Exploración del Estado de Veracruz A.C., lo que le permitió explorar cañones, cavernas y participar en expediciones extrajeras en zonas de Oaxaca, Puebla y Veracruz.
Trabajó para documentales importantes de canales del Continente Americano, así como para reportajes especiales en canales nacionales.
En el 2012 fue jefe forestal de brigada y director de Protección Civil, donde mantuvo el compromiso de salvaguardar las montañas, esa era su misión. “Pertenecí a Socorro Alpino Delegación Orizaba y Espeleo Rescate México”. En ese ramo vivió experiencias que calificó como impactantes por los rescates.
Lo más difícil, dice, es atender a un herido en alta montaña, porque no sabes el tiempo de respuesta de las unidades aéreas o terrestres, lo que motiva a tomar decisiones vitales y fundamentales.
Actualmente Gabriel Gómez Rosete es director de capacitación y rescate del Instituto de Montañismo y Exploración del Estado de Veracruz A.C. y Director de RINP México.
Ha capacitado a más de 450 guías y prestadores de servicios turísticos en planes de emergencia. Se mantiene activo en rescates de montaña, barranco, caverna y rio. Ha hecho hasta ahora 2 mil 998 cumbres en el Pico de Orizaba.
Es un amante de la naturaleza y el deporte extremo, pero ante dice que es hermano, hijo, esposo y padre de tres hermosas princesas de las montañas: Sofy, Samy y Gaby, quienes siguen sus pasos junto con su compañera de vida, su esposa May.
Lamenta que en la actualidad se esté perdiendo el montañismo, la cultura montañista de amar, el respeto a las montañas y que su espiritualidad se vaya degradando, así como su entorno ambiental y social.
“Debemos promover y homologar criterios, pero sobre todo poner atención a las nuevas generaciones”.