Orizaba, Ver.- La gallística en México, actividad que se dedica a la crianza de gallos de combate, para show y venta se practica desde el año 1700. Actualmente aporta el 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Es una práctica que en el país lucha contra la iniciativa del Partido Verde Ecologista, que busca erradicarlo, pues de las peleas se sostienen miles de familias en el país y también en la zona de las Altas Montañas.
Sergio Zepahua De la Cruz, gallero, mencionó en entrevista que hay galleras que dan empleo a por lo menos 12 familias, pero otras emplean a muchas personas más, que se encargan de atender a los gallos, desde cuidar su desparasitación, vacunación, alimentación, la limpieza de las jaulas y el lugar donde se les entrena.
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“Aporta el 3% del PIB porque no solo genera la venta de alimento, sino de vacunas, complementos, suplementos, forrajeras, jaulas, navajas; es una actividad que da empleo y por eso estamos luchando, para que sea patrimonio cultural en todo el país”, y no solo en algunos estados.
Señaló que, a diferencia de ciudades como Pachuca, donde la gallística es patrimonio cultural, en Veracruz este deporte está prohibido, por lo que los galleros preparan una iniciativa encaminada a buscar que se le reconozca y se permita su práctica en todo el país.
En la zona de las Altas Montañas, dijo, cuando se organizan espectáculos gallísticos se tramitan los permisos correspondientes. Señaló que Gallera Zepahua es parte de una asociación nacional que les permite realizar ese tipo de eventos, pues también generan empleos indirectos.
¿Galleros consideran las peleas de gallos como maltrato animal?
“De terminar con la gallística, que no promueve el maltrato, se perdería una tradición de México, de la que se da cuenta hasta en los libros de texto y con ello, miles de empleos”.
Apuntó que sí hay espectadores para esta actividad, tan es así, que hay galleras en Ixtaczoquitlán, Orizaba, Córdoba, Mariano Escobedo, Acultzingo, Camerino Z. Mendoza, donde también se realizan eventos.
“Anteriormente se pensaba que los galleros era gente del pueblo, pero no es así, hay muchos profesionistas que tienen sus galleras, -él es psicólogo y también gallero-; ni se diga familias que van al palenque a ver el espectáculo”.
Lo que hacen es, dijo, "todo un arte" desde que crían a cada ejemplar, lo crecen, lo entrenan para que esté al 100% y listo para el combate. Resaltó que de prohibir este deporte se perdería la especie, pues no es cualquier gallo el que se entrena, sino el que tiene los genes para combate.
Agregó que como psicólogo trabaja en hacer un perfil psicológico del gallero. “A nivel nacional con mis compañeros voy a hacer entrevistas para sacar un perfil de cómo es el gallero, que tipo de características, personalidad, qué rasgos tiene; por qué le da tanto sentido vivir del gallo, un animal que máximo puede pesar 3 kilos; por qué es tan apasionado para estar en esta actividad".
El propósito, concluyó, es visibilizar que "no hay crueldad ni maltrato animal" y, que haya tolerancia para ser escuchados.