Celebrar el año que termina con la quema de cohetes y “viejos” para muchos es ahuyentar las vibras negativas y todo lo malo que transcurrió.
No obstante, muchas personas lo hacen sin considerar que además de mucha basura y daño a los animales, también exponen a los más pequeños a sufrir algún accidente al dejar que ellos los truenen.
Manuel Jiménez Cadenas, comandante de la Central de Bomberos 119 de Orizaba, dijo que en esta temporada es muy común escuchar cómo echan cohetes.
“Nos preocupan los niños porque compran una gran cantidad de artefactos explosivos y no los saben detonar”.
Hizo un fuerte llamado a los padres de familia para no comprar este tipo de producto a sus hijos, incluso pidió que tampoco quemen viejos porque representan un riesgo pues están hechos con cohetes y ropa, cuyo material es altamente flamable.
Recordó que año con año se registran accidentes por manipular este tipo de productos.
“Siempre encontramos un pequeño que se lastimó los dedos, las manos, su cara; que se amputó una falange o dos; debemos aprender de ello y evitar que nos suceda nuevamente”, subrayó.
Agregó que aparte de ello, quienes también sufren por la quema de este tipo de artefacto son los animales, principalmente los perros, que tienen un oído hasta cuatro veces más sensible que el del humano.