Orgullosos, los pobladores de Tempoal dan a conocer que están en el último paso para que este año la Unesco tome en cuenta a la “Ceremonia de la Danza de los Viejos” como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
En visita a Xalapa, artesanos, danzantes, músicos tradicionales y promotores culturales de la Huasteca explican que tienen hasta el 30 de marzo para entregar la carpeta y lograr la inscripción; la Unesco dará a conocer los resultados a finales de 2022.
El comité de la propuesta, encabezado por Carlos Portilla Reyes, expone que integrar el expediente les ha llevado casi 10 años y ahora solo falta el Plan de Salvaguarda con firma de autoridades federales.
La entrega de documentación final la hará la Secretaría de Relaciones Exteriores y hay fe en obtener la inclusión en la lista; de lograrlo, Tempoal sería el onceavo Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad representativo de México.
Para dar a conocer esta propuesta, personas de distintas edades danzaron al ritmo de los violines huastecos, ataviadas con vistosos disfraces y máscaras de madera para cubrir su rostro y evitar con ello ser reconocidas por la Muerte.
Y es que este ceremonial está enmarcado en las fiestas de Día de Muertos, del 15 de octubre al 2 de noviembre. En “La Viejada”, las comparsas son guiadas por un vaquero y acompañadas por un trío de músicos huastecos.
La maestra María Luisa Vázquez Cruz, una de las primeras mujeres en integrarse al ritual, antes exclusivo para hombres, detalla la importancia de la ofrenda familiar.
Cada miembro de la comunidad representa y materializa como danzante el alma de un familiar difunto. Las comparsas cuentan con una estructura organizacional y están encabezadas por un empresario o anciano.
“La Danza de los Viejos se convierte en ceremonial cuando los danzantes recogen la ofrenda, ellos materializan el alma del difunto y son el conducto para que el alma visitante deguste de los alimentos ofrendados”.
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Por tratarse de un festejo comunitario, que involucra a todos los pobladores, el comité considera muy alta la posibilidad de lograr la denominación porque se cumple con el requisito fundamental: es una práctica donde las expresiones, saberes y técnicas son transmitidos de generación en generación.
Carlos Portilla y artesanos como el mascarero Gregorio Hernández coinciden en que lo ocurrido en Tempoal es un patrimonio inmaterial porque proporciona a la comunidad un sentimiento de identidad y favorece la creatividad y el bienestar social.