Orizaba, Ver.- Mujeres indígenas de municipios circunvecinos como Ixhuatlancillo y Soledad Atzompa llegaron a la ciudad para vender palmas en la víspera del Domingo de Ramos, cuando comienza la Semana Santa.
Sentadas en un cartón, las artesanas elaboran con sus manos mágicas las palmas en figuras como copas y cruces o las más sencillas en pequeños ramos, que ofrecen a las familias católicas que visitan la catedral de San Miguel Arcángel.
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Desde sus pueblos, ayer, familias completas: abuelas, adultos y niños viajaron en autobús hasta el corazón de Orizaba para ofrecer las artesanías en los atrios de las parroquias, en los mercados o en los alrededores.
El costo de cada ramo de palma oscila desde los 15 y 50 pesos, pero existe la oferta y demanda de los compradores que siempre salen con la frase: “¿Cuánto es lo menos?”.
Rosa lleva haciendo esta tarea toda su vida. Es hija de artesanos del municipio de Ixhuatlancillo. El trabajo es duro, confiesa la mujer indígena. Dice que trabajan toda la semana, antes del Domingo de Ramos, tejen las palmas entre 10 y 15 horas al día.
Cada año, en la víspera de la Semana Santa, nos alistamos para la celebración del Domingo de Ramos
Desde ayer, decenas de vendedores de palmas tejidas se instalaron cerca de los templos católicos y calles de la ciudad para ofrecer las artesanías.
María, madre de familia del municipio de Atzompa, afirma que esperan buenas ventas, porque el año pasado apenas sacaron lo que invirtieron en la compra de la palma, esta vez confían en recuperarse.
Relata que mantienen los precios de 15 hasta 50 pesos por cada ramo o artesanía que ofrecen a la gente que visita las iglesias de la ciudad.
¿Por qué algunos comerciantes se quedan en sus pueblos?
Otros comerciantes y artesanos de Ixhuatlancillo se quedan en su pueblo, pues también hay demanda, como los que están ubicados en la avenida Cristóbal Colón y enfrenta de la parroquia, en ese municipio.