Orizaba, Ver.- Los papás son los responsables de sus hijos y es a ellos a quienes toca educarlos en la humanidad y la fe, afirmó Helkyn Enríquez Báez, vocero de la Diócesis de Orizaba. Al recordar que este domingo es el Día de la Sagrada Familia, señaló que a pesar de que miles de familias son vulneradas actualmente por ideologías, por la violencia y la migración deben permanecer unidas en la fe y el amor, para salir adelante.
Subrayó que uno de los ataques que reciben constantemente es la ideología de género, que a veces se confunde y como lo ha dicho el Papa Francisco, “se convierte en un neocolonialismo ideológico donde se pretende arrebatar a los padres el derecho de educarlos según sus propias convicciones, valores, religión y perspectiva de sexualidad; donde se desintegra una verdadera de sexualidad para confundirla utilizando de modo ambiguo términos como género, como sexo; donde se pretende que los niños desde pequeños se les dé opciones de una decisión que no están maduros para realizar y, que tiene que ver con su ejercicio como personas”, apuntó.
Otro de los embates que sufre la familia actual es el relativismo, pues hoy fácilmente se fracturan familias, se separan matrimonios ante pequeños inconvenientes; “creo que no es gratuito decir que hoy algunas generaciones resultan ser más frágiles y en la convivencia humana fácilmente se fracturan”, señaló y agregó que el divorcio, ha aumentado, pues se sabe que el 40 por ciento de las parejas que se casan por el civil o la iglesia en los primeros cinco años se están separando, divorciando.
Una tercera amenaza es lo que en los medios de comunicación visual que centra el interés por lo material, por falsas felicidades y que al final los distrae del amor, de la comunicación y de la entrega los hijos.
También lo es la violencia, que es evidente el país, que daña y hace que las familias tengan que emigrar. La falta de trabajo y oportunidades de desarrollo, que hacen buscar a alguno de los cónyuges, a veces el papá o la mamá, busquen oportunidades en otros lugares con lo que implica eso, la falta de atención en la educación completa de los hijos o de la familia por la falta de presencia de los padres.