Boca del Río, Ver.- Desde malos tratos hasta amenazas de muerte recibieron encuestadores del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), quienes a pesar de la contingencia por el Covid-19 cumplieron con su trabajo.
Laura, una de las chicas que se enlistó como encuestadora para el censo de población y vivienda de este 2020, relató que aunque buena parte de la ciudadanía se mantenía informada acerca de esta actividad y dio apertura al trabajo de los jóvenes, también se encontraron con gente renuente y negativa.
Refirió que hubo personas que ni siquiera permitieron que se les diera la explicación, otros que trataron de condicionar la información a cambio de algún tipo de apoyo y otros que llegaron a agredirlos y amenazarlos verbalmente.
“En mi caso llegó a haber personas que fueron bastante violentas, no era un solo no y ya, era amenaza de muerte, así de que vas a desaparecer con tu mochilita y bueno, uno solo está haciendo su trabajo sin agredir a nadie, además que la información que se requería era muy básica, datos muy generales”, dijo.
Comentó que varios compañeros al igual que ella también fueron víctimas de agresiones verbales, pero por fortuna ninguno llegó a ser golpeado físicamente.
“Al menos a mí me tocó el área de la colonia Remes y Nueva Era y ahí hubo gente que quiso participar y que nos aceptó y gente que al mismo tiempo nos amenazó de todo y nos negó todo, y otros compañeros que estuvieron en la zona de 1o. de Mayo, la Carranza, Nieto, también pasaron por las mismas dificultades”, agregó.
Asimismo, hizo referencia que una vez que se dio el alertamiento de los primeros casos en Veracruz, en las zonas residenciales les negaron todas las facilidades y ni siquiera les abrieron la puerta.
Comentó que el INEGI les proporcionó un apoyo económico para la compra de los indumentos (cubrebocas y guantes), sin embargo, fue complicado adquirirlos ya que estaban agotados.
Los encuestadores empezaron su capacitación desde el pasado 17 de febrero y el trabajo de campo se desarrolló del 2 al 27 de marzo.