Orizaba, Ver.- Los errores y fallas de algunas instituciones que se encargan de impartir justicia generan desconfianza entre la población, que ante el hastío por no ver un cambio verdadero de repente toma medidas extremas a pesar de que no siempre es adecuado tomar justicia por propia mano, pero puede ser producto del cansancio de la población al ver que no se les protege como comunidades y que de repente algunos delitos quedan impunes.
Lo anterior lo expresó Helkyn Enríquez Báez, vocero de la Diócesis de Orizaba al hacer referencia al caso de don Ramón, preso por matar a un individuo que presuntamente intentaba secuestrar a su hijo, lo que motivó que la población de Tecamalucan bloqueara desde ayer la carretera federal.
Subrayó que el principio, es verdad, no se puede hacer justicia por propia mano; pero también hay otro principio, el derecho a la legítima defensa, y entre esos dos principios del derecho de repente, en algunas situaciones concretas, el equilibrio puede ser difícil.
Refirió que para evitar que aumente la desconfianza de la población y que situaciones como éstas se presenten, “las instituciones de justicia deben de conocer bien las leyes y los principios jurídicos que de ella emanan; tener una buena integración de la carpeta para no agrandar la injusticia, ni parecer que se promueve la impunidad de los que cometen un delito, que es un flagelo ahora para nuestro país como el del secuestro”, subrayó.
Destacó que parte de la esperanza que en algunos que buscaban el cambio en una opción política diferente ahora hay desconcierto al no encontrar una respuesta concreta, según las promesas que se establecieron, porque como se menciona en algunos rubros, no es que haya mejoría pues los índices se han elevado.
En el caso concreto de los hechos de violencia el número de personas muertas por violencia, sabemos, ustedes mismo dan cuenta de eso, que se ha incrementado; entonces, ante esto hay un desconcierto en algunos, descontento y en algunos otros hay desilusión por no ver el cambio que se pregonaba