Orizaba, Ver.- El fin de año para muchas familias será difícil, porque se sigue experimentando preocupación por la violencia, porque muchas no logran estabilizarse económicamente, porque algunos no tienen salarios justos que les permitan llevar una vida digna, aseveró Helkyn Enríquez Báez, vocero de la Diócesis de Orizaba.
Señaló que la iglesia trata de acompañar en esa experiencia de preocupaciones a las familias de modo cercano, porque al final ellas pertenecen a la iglesia que también tienen alegrías y preocupaciones.
Subrayó que el cristianismo no pretende ser una especie de narcótico a través de una espiritualidad, sino que también en la función profética que tiene la Iglesia de denuncia.
Creemos que sigue haciendo falta de parte de algunas instituciones establecer líneas de acción más específicas en el combate a la violencia, a la corrupción que tanto se anunciaba y que de repente se parece hasta justificar
Acciones también para generar fuentes de empleo, porque sin ellas no se pacificará el país.
Se pueden sacar todas las fuerzas de seguridad pública a la Nación, pero si no hay trabajo entonces no vamos a pacificar la ciudad y, trabajo digno, no precario
Acotó y añadió que con el subempleo que se ha dado también aquí, no se puede promover el desarrollo.