Orizaba, Ver.- Con una trayectoria laboral de 18 años como enfermero en el sector salud, que combina con la de activista de la comunidad LGBTTIQ, así como de bailarín de folklore, Hugo Badillo asumió la dirección de la Compañía de Danza Quetzalli, tras el fallecimiento de su creador y director, Víctor Hugo Pérez.
Señala que ingresar a trabajar al sector salud no fue difícil pues un siniestro ocurrido en la región, la barrancada de Nogales en el año 2003, le abrió la puerta pues estuvieron solicitando personal. “En ese momento tuve la fortuna de poder meter papeles, entré por contrato y cuando terminó la atención por esa situación me dieron contratos fijos y después de 7 años me dieron mi plaza federal” y desde hace 11 años es un activo humano dentro de la Secretaría de Salud.
Hasta antes de marcar límites, lo que se cataloga actualmente como bullying laboral, hace años lo consideraba como “humor negro” y por su forma de ser, la preparación moral y espiritual que le dio su familia le dio las armas para desempeñarse como lo ha hecho hasta ahora.
Ejerce su profesión por vocación y no por interés
“La Secretaría de Salud es tan noble con los programas y está tan enfocada a las personas que realmente lo necesitan, que cuando conoces el proyecto de la SSA, lo enfocas y pones en práctica para las personas para las que fue diseñado, hay muchas oportunidades de mejorar, trabajar y dar buenos resultados”, dice.
Eso ha hecho, agrega, que en todos los centros de salud en los que se ha desempeñado deje un buen recuerdo. “No puedo decir que no he tenido problemas, todos en lo laboral hemos llegado a tener roces, algún tipo de problema administrativo, pero siempre he salido adelante; he dejado muy buenas amistades en los lugares donde me ha tocado trabajar”, señala.
Desde niño se notaba su orientación sexual por su voz y ademanes, lo que hizo que algunas personas pensaran que no tendría un futuro profesional digno, pero “me ha gustado mucho callar bocas, porque por el hecho de tener una orientación sexual diferente pensaron que a lo mejor no iba a pasar, con todo el respeto del mundo, de cortar cabello o dedicarme a alguna otra profesión y no fue así”.
Hugo Badillo tiene licenciatura en Enfermería y Obstetricia, es egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), institución que lo recomendó por sus buenas calificaciones, para estudiar una Maestría en Epidemiología en el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos InDRE, en Cuernavaca y posteriormente, una especialidad en Salud Pública.
“Eso ha marcado mi vida laboral muy en los parámetros, no puedo decir que soy el mejor pero sí tengo un estatus dentro de la Secretaría de Salud y saben que no soy del montón; saben de la calidad y calidez y el profesionalismo que manejo, por eso tengo la confianza de muchos compañeros para hacer intervenciones que no todos mis compañeros o compañeras realizan. Eso se va ganando con el trabajo, con ver mis capacidades, aptitudes y que realmente sé lo que hago”, destaca.
Es bailarín, promotor de Derechos Humanos, activista de la comunidad LGBTTIQ y tiene programa de TV virtual.
Gracias al horario, facilidades de la Secretaría de salud, Hugo ha podido desarrollarse también en otros ámbitos como el folklore al cual se dedica desde hace siete años, primero como alumno con uno de los mejores profesores de danza folklórica en el país, Víctor Hugo Pérez Cruz, y ahora como su sucesor en la Compañía de Danza Quetzalli.
Sin dejar de lado su profesión, su gusto y dedicación por la danza, también se involucró en el activismo social y logró formar hace seis años, una organización no gubernamental “Todos somos Positivos”; es promotor de Derechos Humanos de la Comisión Estatal y tiene la certificación de la Comisión Nacional; es parte del Consejo Consultivo de la Coalición Estatal de la Diversidad, que es parte del crecer como activista; es disertor de la Suprema Corte de Justicia de las Altas Montañas y para hacer promoción a todo el trabajo que realiza desde los diferentes frentes, desde hace cuatro años tiene un programa de televisión virtual y entretenimiento digital, en el que además de informar, orienta y atiende casos que involucran las áreas en las que se desarrolla.
Ser bailarín le ha dejado grandes satisfacciones y retos por afrontar
Bailar folklore es una de sus grandes pasiones, desde hace 6 años pertenece a la Compañía de Danza Quetzalli, con muy buenos resultados, pues con sus habilidades y desempeño se ganó el respeto de su maestro.
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El fallecimiento del fundador y director de la misma, Víctor Hugo Pérez Cruz hace cuatro meses, le dejó un gran reto por afrontar: dirigir a sus compañeros, como lo instruyó el fundador del grupo.
“Se lo dije a mis compañeros, no soy maestro porque no tengo la formación académica para sustentar ese nombre; tengo las ganas, la pasión y todo lo que me enseñó el profesor. Me siento preparado para asumir la responsabilidad, me falta bastante, nunca terminas de aprender, pero me estoy formando con cursos digitales del Instituto Nacional de Bellas Artes que, gracias a un amigo del profesor, me dio las facilidades para inscribirme y poder sustentar el trabajo de mi maestro”.
Desde hace cuatro meses está al frente no solo de la Compañía de Danza grande, como director y encargado, sino como maestro de la compañía infantil. Quetzalli es una compañía internacional certificada por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), que representa no solo a la región de las Altas Montañas y el estado, sino al país.