ORIZABA, Ver.- “Temo por mi integridad y la de mi familia, porque nada de esto es verdad”, afirmó el docente de la Escuela Primaria Nicolás Bravo de la comunidad de Atlajco, del municipio de Tequila a quien padres de familia señalan de presuntamente hacer adictos a sus estudiantes a la marihuana y obligarlos a robar. Desde anoche el Albergue La Casa del Niño, que depende del INPI fue cerrado temporalmente.
En entrevista señaló que de las acusaciones se enteró la tarde del miércoles a través de su supervisor. Señaló que no asistió a la escuela los días martes y ayer por cuestiones de salud.
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“Soy de familia humilde, nunca he hecho esas tonterías (consumir marihuana) ni sé ni quiero saber dónde la venden. No fui yo quien se las dio y no sé por qué dicen que yo fui. Siento que los están obligando a algo. Temo por mi familia y por mí integridad”, insistió.
Sobre las presuntas quemaduras que les hizo con silicón, explicó que el 13 de septiembre, cuando estaban adornando el salón los niños empezaron a jugar con silicón. “Ellos solitos se quemaron, yo no me di cuenta porque estaba pegando los adornos en la pared, hasta que escuché que uno grito volteé y me dijeron que estaban jugando no le di importancia; sí lo regañé, pero dijeron que no se habían lastimado”, abundó.
Agregó que no toma ni fuma. Reconoció que hasta hace un par de años tomaba, pero dejó de hacerlo porque enfermó. Tiene el hígado graso y úlceras en el estómago, fue esa la razón, agregó, por la que se ausentó el martes y miércoles de esta semana pues al parecer algo de lo que comió le cayó mal y fue a consulta al ISSSTE. “Hasta hoy que me presenté a la supervisión, me comentaron”, dijo.
¿Por qué fue acusado por los alumnos?
Tras mencionar que desconoce por qué los niños lo señalaron, el docente consideró que no tiene problemas con nadie. En ese plantel trabaja desde hace 4 años y nunca he tenido problemas. “Yo pensé que la comunidad hasta me estimaba, porque me llevaba yo con algunos señores, pero no sé qué pasa. Mi supervisor al principio sí me comentó, pero hoy en la mañana que fui a verlo me dijo que ya no podíamos hablar porque eso iba a pasar a otras instancias y que mejor diera mi declaración”.
De lo que ocurrió, dijo que se enteró que a un niño le encontraron algo en el Albergue La Casa del Niño Indígena, donde vive. “Yo no trabajo ahí. Dice que robaron en una tienda Diconsa, yo no subo; mi camino es otro. No sé cómo los encontraron o cómo se dieron cuenta que la tenían los muchachos, lo ignoro; a mí no me ha comentado nada de cómo pasó, nada más me dicen los señalamientos, pero no me dicen cómo sucedieron las cosas. Desconozco si usaban droga o no”, subrayó.
Mencionó que el grupo que atiende es de 20 niños que cursan el quinto y sexto grado de primaria, cuya población es atendida junto con otros dos profesores que estar a cargo del grupo de primero y segundo, así como de tercero y cuarto grado.
“Desde que llegué ahí he dado quinto y sexto y nunca he tenido problemas. Sí me van a ver los papás porque luego se pelean los niños, pero hasta ahí; que yo sepa no tengo ningún problema con algún padre de familia. Pensé que estábamos bien, este año celebramos el Día del Padre, nunca lo habíamos hecho y hubo una buena convivencia, pensé que estábamos bien”, insistió.
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Cabe mencionar, que el Albergue La Casa del Niño Indígena que está a cargo de Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), fue cerrada desde anoche, temporalmente, por instrucción Reynaldo Zavaleta Colotl, director del INPI Zongolica, mientras se resuelve la situación que se presentó.