Naolinco, Ver.- Zapateros tradicionales de esta cabecera municipal batallan diariamente para superar a la competencia de mercancía china, que durante los últimos 10 años ha acaparado un mayor comercio, señalan.
Víctor Martínez, uno de los artesanos emblemáticos de Naolinco, dice que ha sido complicado mantenerse, pues cada vez que llegan visitantes y compradores se van con la idea de que el zapato que se vende en este lugar es el mismo que pueden encontrar en mercados o tiendas que ofertan calzado de plástico en otras localidades.
Te puede interesar: ¡Es tiempo de crear catrinas! Artista trasmitirá su conocimiento a jóvenes
Lo anterior se debe, abunda, a que son cada vez más comerciantes los que introducen mercancía china y la colocan en la fachada de sus establecimientos para atraer clientela. Sin embargo, con esa acción lo que más se exhibe es calzado de mala calidad y que opaca al que se fabrica de manera artesanal en este municipio cercano a la capital del estado, sostiene.
Comerciantes dedicados a la elaboración de calzado coinciden con lo anterior y señalan que en Naolinco quedan alrededor de 150 artesanos dedicados a esa impresionante actividad; "en años anteriores eran fácil de encontrarlos en cualquier parte del municipio", señala Luis, también zapatero.
Los fabricantes de calzado artesanal también dicen que el regreso a clases presenciales les ha dado un respiro debido a que las ventas se elevaron un poco después de las pérdidas generadas por la pandemia por Covid-19 y que esperan a que con las festividades del Día de Muertos puedan tener mayores ingresos.
Orgulloso de su oficio del zapato; herencia de su familia
Sin dejar de cortar pieles con una filosa cuchilla, Víctor Martínez se dice orgulloso de su oficio tras señalar le fue heredado por su familia a lo largo de generaciones durante más de 100 años.
A la edad de 6 años, Víctor comenzó a aprender el oficio de la elaboración de calzado artesanal; actualmente tiene 55 años y se ha ganado la vida entre pieles, suelas, plantillas y agujetas.
- Vuelve a leer: ¿Eres locatario y vives en Orizaba?, podrás participar en el "Concurso de Catrinas entre Mercados"
La destreza con la que cuenta le permite incluso crear zapatos para dama y caballero muy similares a los de reconocidas zapaterías o tiendas departamentales, pues solo basta con llevarle una fotografía del modelo deseado para que pueda replicarlo.
Recomienda no comprar zapatos de plástico o sintéticos, tras manifestar que aunque puede haber un ahorro en la compra, a la larga puede salir más caro debido a que ese tipo de calzado se rompe rápido.
Los precios de zapatos chinos van de los 200 a los 600 pesos, en comparación de los de piel realizados a mano en Naolinco que van de los 600 a los mil pesos, pero de buena calidad y resistentes, señala.
Las pieles son adquiridas en Nuevo León y se cuenta con todos los permisos federales necesarios para su aprovechamiento y transporte, pues entre ellas destacan algunas de cocodrilo, caimán y hasta de pitón.
Aunque insiste en que oficio le da mucho orgullo, agrega que se trata de una actividad que no ha dejado de ser amenazado por la introducción de zapatos sintéticos o chinos, a pesar de que se trata de productos de mala calidad que pueden romperse tan solo con un par de días de uso.
Exhorta a quienes visiten Naolinco no dejarse impresionar por lo que pueden ver a simple vista y recorrer con calma las calles para descubrir zapaterías tradicionales, en las que además pueden adquirir billeteras, bolsas, cinturones y chamarras, todo de piel y elaboradas totalmente de forma artesanal.
¿Por qué Naolinco es la capital del calzado?
Naolinco es un pintoresco poblado conocido como la capital del calzado, situado a unos 32 kilómetros de Xalapa, a través de la carretera a Misantla. Sus habitantes tradicionalmente han vivido de la manufactura de bolsas, zapatos, cinturones, carteras, chamarras y, en general, de una basta variedad de artículos que se puedan fabricar a partir de piel.
La bienvenida a este lugar la da una monumental estatua en honor al zapatero. Además, el pueblo destaca por su basta y amplia gastronomía, basada en su tradicional mole, sin omitir los deliciosos "toritos" y dulces típicos con una infinidad de sabores.
Sus habitantes sobresalen por su amabilidad y por su creatividad, tanto en la elaboración de artículos de piel como en la preparación de bebidas y alimentos.
Este municipio también destaca por tener arraigadas la cultura y la tradición del Día de Muertos, por lo que es cuestión de días para que sus calles luzcan con adornos enfocados a Todos Santos y con Catrines y Catrinas para dar la bienvenida a sus visitantes.
(Publicada originalmente en Diario de Xalapa)