Veracruz, Ver.- Cientos de ardillas se han convertido en atractivo visual para ciudadanos, quienes no sólo los alimentan de vez en cuando, sino también les han llegado a poner nombre para identificarlos.
¿En qué zonas de Veracruz se puede observar al grupo de ardillas?
Los cables que atraviesan la ciudad son la vía de comunicación de estas especies que recorren zonas como la alameda Díaz Mirón, el parque Zamora, el Zócalo de la Ciudad y hasta el área de mercados donde son recibidos por los locatarios para regalarles migajas de pan.
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En el área del mercado Hidalgo, algunos comerciantes recuerdan a “Yiyo”, una ardilla macho que se estableció en las calles de González Pagés esquina Hidalgo hasta por más de 10 años, convirtiéndose en la mascota de todos.
Eloy Ortiz Flores fue el encargado de “bautizar” a la ardilla con el nombre de "Yiyo", pues recuerda que llegó solito y se estableció en el árbol de almendros que se encuentra en la zona.
“La ardilla llegó solita, se quedó a vivir en el árbol y bajaba para saludarnos, visitaba todos los puestos, yo le puse el nombre de "Yiyo" y entendía muy bien. Todas las mañanas bajaba, yo le daba su pancito y se quedaba un ratito, hay ardillas que son temerosas pero él no, estaba aquí abajo, claro que lo llegamos a querer mucho, pero murió hace un año”, dijo.
Jorge Alberto Durán Rebolledo, otro de los comerciantes, manifiesta que otro grupo de ardillas han empezado a llegar a la zona, incluso una pareja y aunque también los alimentan, son muy desconfiados.
“'Yiyo' llegó muy joven por aquí, todos los alimentamos con galletas de avena o pan. Ya nos tenía confianza y sabía que cuidábamos de él. Últimamente ha empezado a llegar una pareja de ardillas, se acercan y también les damos alimento pero se van, se cruzan por el cableado, no se han establecido con nosotros”, menciona.
Los locatarios aseguran que "Yiyo" siempre gozó de buena salud, pues estaba bien alimentado y no hubo necesidad de que lo revisara ningún médico. Sin embargo, mencionan que un día simplemente subió a su nido en la parte alta del árbol y ya nunca bajó, por lo que creen que murió de viejo.
“Subió a su nido como siempre, pero ya no bajó, lo empezamos a extrañar pero nadie subió a asomarse, creemos que murió porque ya estaba viejito no había otra razón de que no bajara”, señalan.
Cabe destacar que en el zócalo de la ciudad, las ardillas que se pasan de árbol en árbol también reciben la atención de los boleros y comerciantes que se encuentran en el lugar, quienes los alimentan con galletas y algunas sobras de pan.
Publicado en Diario de Xalapa