Ixtaczoquitlán, Ver.- El obispo de Orizaba, monseñor Eduardo Cervantes Merino consagró el altar de la Capilla de Campo Grande. Durante la Eucaristía que concelebró con parte de su presbiterio ungió el altar y el templo que dedicó a san José, al celebrar hoy la festividad litúrgica del Papá adoptivo de Jesús.
La comunidad acompañó a monseñor que recorrió un breve camino precedido por un grupo de danzantes, al templo donde ya lo esperaban para participar en la Eucaristía.
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El Padre Javier Onofre Valeriano, rector del Seminario La Sagrada Familia y especialista en Liturgia, explicó, previo a la ceremonia, que el rito de dedicación de una Iglesia o la consagración de un altar es parte de las acciones litúrgicas que tiene la Iglesia católica.
“Es una celebración solemne que está dentro de los sacramentales de la iglesia. Un espacio dedicado a las acciones sagradas debe tener un rito de dedicación para que sea exclusivo y ahí se realicen las acciones sagradas”, abundó.
Durante la eucaristía solemne que concelebró el obispo con algunos sacerdotes de su presbiterio ungió el altar con el Santo Crisma. El altar, que representa a Cristo se incensó como ofrenda a Dios.
Los sacerdotes, a quienes el obispo bendijo las manos, ungieron los muros del templo, que sostienen la iglesia, los incensaron y encendieron velas, ya que el templo es el lugar donde se reúne el pueblo de Dios.
Monseñor Cervantes Merino, al hablar de la figura de san José, a quien se dedicó la Capilla, dijo que asumió una grave responsabilidad: cuidar al Hijo de Dios, que se hizo hombre.
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“Qué responsabilidad para enfrentar -como muchos papás y mamás de aquí-, las dificultades de la salud, de la alimentación, del trabajo, escuela, educación del Hijo de Dios, de Jesús Niño”.
Finalmente, cabe recordar que, aunque la festividad de san José se celebra el 19 de marzo, al coincidir con el IV Domingo de Cuaresma, la celebración litúrgica del papá adoptivo de Jesús se llevó a cabo este lunes.