Como amante de la música, se declara Marisol Dorame Díaz, directora de la orquesta musical Pauta Nueva, pues su vida completa gira en torno a la música. Ver que ésta haga mella o saque una sonrisa a los escuchas es su pago.
Considera que su neurona espejo no es muy buena porque no le gusta copiar, por lo que nunca hace un tema igual al de otros músicos o directores, a lo mejor hace algo parecido, pero nunca igual, puntualiza.
Siempre le han gustado las artes, por lo que desde los seis años formó parte del ballet folklórico de la Escuela Normal Veracruzana, así como del coro que dirigía el maestro Mateo Oliva y de la Orquesta Típica Infantil del maestro Antolín Guzmán Salazar.
Empieza con la flauta dulce, luego elige la mandolina, pero cuando pasó a la orquesta avanzada conoció la flauta transversa, con la que encontró a su pareja perfecta, su eterno amor, y decidió aprender música de manera profesional en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana, a la par que estudió en el CBTIS y se graduó como química clínica en la Universidad Veracruzana.
Su papá Humberto Dorame Zamudio siempre amó las artes, pero junto con su madre María Georgina Díaz Sánchez, querían que estudiara una carrera tradicional, por lo que les dio gusto.
Desde siempre quería tocar la flauta transversa, pero sus papás no querían, por lo que a quien le debe tocarla es a su abuelita Francisca Martínez, quien ahora tiene 92 años, pues ella se la regaló y con ella le dio la felicidad.
En 1991 al formarse la Orquesta de Música Municipal de Xalapa, que antes fue Banda, audicionó y empezó a trabajar, entonces el alcalde Guillermo Zúñiga Martínez sólo les daba un apoyo, sin embargo al concluir su trienio les dejó 18 plazas. Asimismo trabajó durante cuatro años en el Cecan, pero al tener que elegir, ganó la música.
Cuando el escenario se mete en el corazón
“El arte para mí es lo máximo. Estar en un escenario y experimentar que la gente te aplauda y poder sacarle una sonrisa vale la pena el tiempo que se la pasa uno escribiendo y ensayando. No puedo cambiar el escenario. La música es lo que realmente me llena, el escenario es prácticamente parte de mi vida”, asegura.
No importa el escenario que sea, aclara, pues puede ser un teatro, la calle, escuelas, kioscos. Cualquier público es maravilloso, aunque considera que los niños son el más difícil y “me encanta tocar para ellos”.
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Al hacer programas infantiles se define como tradicionalista, por lo que opina que la música que ha sido pensada para ellos es la de Francisco Gavilondo Soler, “Cri crí”.
Aunque Amadeus Mozart es su autor favorito, reitera que el compositor que “le dio al clavo” en música para niños es Gavilondo Soler, además de éste les lleva temas de grandes películas, así como música clásica a la que le dio un giro para hacerla más digerible. Intento enseñarles que ir a un concierto formal no es aburrido. “Sí logras captar su atención es maravilloso”.
Pauta Nueva, 20° aniversario
Recuerda que como le gustan mucho los villancicos, se reunía con algunos compañeros a tocar para reunir dinero para algunas causas como el Teletón, y fue en uno de esos recitales en la calle en diciembre del año 2000 que los vio su jefa Aleida Cuervo, a quien le gustó mucho la audición y les pidió hacer una en los bajos del Palacio municipal.
Fue así como nació Pauta Nueva como ensamble con sólo 6 integrantes, hoy son una orquesta con 24 y esperan poder crecer, pues les hacen falta músicos trombonistas.
Recientemente festejaron su 20 aniversario con un concierto en el IMAC, donde recibieron la ovación del público. El domingo 31 de este mes, a las 12 horas, ofrecerán un concierto con sorpresas que tienen que ver con el Día de Muertos denominado “Mientras tú me cantas yo vivo”, a través del que intenta recordar a los seres amados que se adelantaron en el camino a la eternidad.
Le inspira Lila Downs porque es una mujer que no se detiene ante nada, “yo siento que los límites están en nuestra cabeza, podemos tener miedo pero si lo enfrentamos todo se puede hacer. Soy de esa idea, pues mi cabeza está siempre trabajando, escucha un tema musical y se imagina cosas”.
Si bien le gustan todos los géneros, uno de los que más ama es el danzón, por lo que hace dos años formó, junto con el maestro Héctor Luis Carmona la danzonera Cultura Danzón, que el día 29 de este mes amenizará un baile en el salón de la CNOP, con una cuota de recuperación de 40 pesos.
“Amo tocar danzón, la danzonera tiene dos años, veníamos trabajando bien pero debido a la pandemia tuvimos que parar, ahora la gente baila con cubrebocas y ya todos están vacunados”, dice.
Se ha pensado que el danzón sólo es para gente grande, pero no es cierto, lo bailan también los niños, hay muchos grupos que ahora incluyen a niños y jóvenes, asienta.
El danzón es un baile cadencioso, suave, además que tiene una estructura para bailarlo, las ejecutantes usan el abanico y elementos que le hacen lucir muy elegante escénicamente.
“Hay personas que lo bailan tan bien, que cuando toco, a propósito aprendo la música para admirarlos mientras toco. Me encanta disfrutarlos”, comparte.
Se estrena como cantante
A Marisol siempre le gustó cantar, sin embargo sólo hacía a solas, el año pasado ya encerrados por la pandemia, su jefe Diego Salas les ofreció un curso de canto con la maestra Patricia Ivison. “Ella tiene una técnica tan buena que les dio confianza, sin embargo fue el hecho de que Pauta Nueva se quedó sin cantante, lo que prácticamente la puso en el escenario ahora como cantante".
“Soy muy perfeccionista, me gusta hacer las cosas bien, me está costando trabajo, pero lo estoy disfrutando, y aunque el miedo escénico no se quita, sí hay que aprender a encaminarlo y usarlo como un impulso. Ya me gustó cantar, estoy viendo la posibilidad de tomar clases formales”.
Hoy su hijo Jesús Ismael Gutiérrez Dorame, siguiendo sus pasos, toca trombón para la orquesta, y su hija Norma Angélica es ejecutante de danza en el ballet Casasco y Caña y da clases de arte.
Asimismo algunos de los alumnos de los talleres de música que dio en diversas colonias de Xalapa por parte del Ayuntamiento se convirtieron en músicos y hoy están en Europa haciendo música, lo que le representa una enorme satisfacción.