Orizaba, Ver.- Monseñor Eduardo Cervantes Merino, Obispo de Orizaba, al encabezar el Viacrucis de la catedral de San Miguel Arcángel, dijo que la paz es una bendición de Dios, pero construirla también es tarea nuestra.
Dijo que es dolorosa la violencia, la desaparición, el crimen organizado, la impunidad, la violencia que se ejerce muchas veces, incluso en el hogar, que se registra en esta región.
"Hoy ante la Cruz del Señor caminamos pidiendo al Señor que nos dé la fuerza, la alegría de encontrar caminos para la paz y la reconstrucción del tejido social", dijo.
Agregó que tras dos años de pandemia se puede constatar que la fe no se acabó, no permitió la expresión, pero que la situación esté más o menos controlada da ánimo y la gente sale a manifestar, a expresar lo que lleva dentro.
La fe cristiana es como el refrán que dice que ni el amor ni el dinero se pueden ocultar. "Lo mismo pasa con la fe, no podemos tenerlanoculta, encerrada, es una necesidad expresar lo que le da sentido a nuestra vida, apuntó.
Se tardaron en permitir que los niños se vacunen
Por otra parte, al referirse al anuncio de que los menores de edad se podrán vacunar contra el Covid-19, el prelado considera que se tardaron en autorizarlo y recordó que es obligación del gobierno atender la salud de la población a través de las vacunas.
De manera atropellada, pero lograron que la mayoría de los ciudadanos estén vacunados, dijo.
Reconoce que la pandemia ha dejado graves secuelas en ese sector de la población, sobre todo en materia de educación, pero eso no es responsabilidad solo del gobierno, ya que -dijo- a la familia le toca asumir lo propio.
Considera que la pandemia ha dejado muchas situaciones limitantes, pero también oportunidades. "Termino con una expresión del Papa, de la pandemia no podemos salir igual, salimos o mejores o peores y los cristianos estamos llamados a salir de la pandemia con mucha esperanza y yo diría, con mucha responsabilidad", apuntó.
Más de mil personas hicieron Viacrucis en bicicleta
Otro de los Viacrucis con mayor participación fue el que se realizó en bicicleta, el cuál comenzó en la Rectoría de San Antonio y recorrió 14 parroquias y rectorías de la ciudad.
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Cada una de ellas fue una Estación y los ciclistas, nilos, adolescentes, jóvenes, hombres y personas de la tercera edad, encabezados por el padre Valentín López Cruz, recorrieron los diferentes templos de la ciudad hasta concluir su recorrido, en la Catedral de San Miguel Arcángel.
Esta fue la segunda ocasión que a iniciativa de la asociación Civil BiciOri Paz y Bien se realiza el Viacrucis en bicicleta, el primer año fue 2019 y durante los dos siguientes se suspendió a consecuencia de la pandemia.