Nogales, Ver.- Con el propósito de conservar las leyendas propias de este municipio y ver al Nahual como un ser protector, guerrero fuerte que existió desde la época prehispánica y que ha resguardado a la naturaleza, en el municipio abrió sus puertas La Casa del Nahual.
Y es que a los nogalenses se les dice nahuales, pues dicen que ese territorio, en lo que era el cerro de Oztotipac era la tierra de los nahuales.
Esto es un referente para los lugareños, a quienes nos dicen nahuales, o la tierra de los nahuales, lo que era el cerro de Oztotipac, Cueva de Lobos o Cueva de Coyotes o simplemente el lugar del Nahual Guillermo Mejía Peralta, presidente municipal
La leyenda que se cuenta en la Casa del Nahual relata que cuando se construían las vías del ferrocarril, en 1877, para llegar en las inmediaciones de la Laguna de Nogales, los trabajadores escucharon una vez áspera y ronca que les decía: “Lárguense de aquí, estas son mis tierras”, sin poder identificar de dónde venía el grito les arrojaban piedras y en ocasiones les robaban sus herramientas para detener las obras; pasado el tiempo, la gente comenzó a escuchar por las noches en medio de la tranquilidad nocturna, aullidos y quejidos de animales.
Algunos lograron ver que del cerro de Oztotipac, en donde nace la laguna, bajaba una bestia del tamaño de un buey, caminaba en dos patas, tenía una cara peluda como de lobo y ojos rojos como fuego, descendía corriendo desde el cerro hasta las vías del tren. Este ser es conocido como l Nahual.
También ha sido visto en el Rincón de las Doncellas. Cuentan que es un brujo que se roba a los niños para sacrificios y tener poderes sobrenaturales, en el día es un humano común y en las noches se convierte en bestia; se roba animales de granja para comérselos y sobrevivir escondido en el cerro. Algunos dicen que sólo protege a la Laguna de Nogales y el Rincón de la Doncellas, más que un tesoro.
Vecinos que viven alrededor del cerro donde brota el agua de la Laguna de Nogales, desde hace muchos años, han salido en busca del Nahual. Cuentan las historias de los abuelos y ancestros que éste hace maldades, se roba a los animales de granja, siendo sus preferidos los pollos y las gallinas, destroza sembradíos, se ha robado a pequeños niños, los perros pueden verlo y olerlo a gran distancia, por eso algunas noches se logra escuchar en las madrugadas cómo ladran y aúllan por mucho tiempo, porque los perros son grandes protectores de los humanos y sus casas, son bravos por instinto y capaces de dar su vida por sus amos.
“Lo que es mi vestidura o piel”, es el significado de Nahualli, en idioma náhuatl, y se refiere a la habilidad que tiene de transformarse en una criatura, mitad hombre y mitad animal. Esta es una de las leyendas que se relatan en ese nuevo espacio que se abrió en la Laguna de Nogales, a petición de varios jóvenes del Encinar, que han crecido con estas leyendas y promueven la cultura.
Los encargados de espacio son Luis Felipe Guarneros, director, Cristal Sánchez, encargada de la Biblioteca del Encinar y Virginia Suárez, auxiliar de la misma.