TEMBLADERAS, Xico, Ver.– Tras tres días de ardua labor, brigadistas y voluntarios apagaron el incendio forestal que, según el reporte preliminar, dañó al menos 45 hectáreas de bosque, en las faldas del Cofre de Perote.
El trabajo y las maniobras de emergencia fueron agotadoras para los combatientes, pues además de que batallaron a marcha forzada durante el día, tarde y noche, tuvieron que caminar cuesta arriba y por veredas fracturadas durante más de dos horas.
La situación fue más compleja cuando los combatientes tuvieron la necesidad de dar doble vuelta y, durante el primer día, batallar con machetes, azadones y hachas sin filo, sostuvo Ramón Hernández, uno de los combatientes.
El frío intenso, el hambre, la sed y el cansancio tuvo que ser soportado también por los combatientes.
Guillermo Ramírez Domínguez, director de Protección Civil municipal de Xico, sostuvo que el siniestro pudo haber sido ocasionado por alguna actividad de turistas; "hay vecinos que dicen haberlos visto subir y que al paso de unos minutos comenzó el incendio".
El siniestro devastó arbolado adulto y joven, además de maleza; también aniquiló a varios animales, entre estos coyotes, gatos monteses, conejos y víboras, entre otras especies de la región, dijeron lugareños.
Al menos 120 combatientes participaron en el combate del incendio, entre estos elementos del Ejército con sede en Perote, de la Conafor, Semarnat, de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), bomberos voluntarios de Xalapa, Protección Civil municipal, del estado y lugareños. También hubo un elemento de la Cruz Roja de Perote en el equipo de logística.
Durante anoche y esta mañana el siniestro podría ser declarado por la Conafor como aniquilado, luego de la correspondiente supervisión en la zona.
Las labores de combate se complicaron durante los primeros tres días a causa de las rachas de viento; "de momento avanzábamos apagando el fuego, pero luego se reactivaba por el aire y tuvimos que volver a empezar", citó un miembro del Ejército.
El viento disminuyó ayer y permitió a los brigadistas sofocar las llamas con menos complicaciones; la columna de humo aún era visible a distancia por la tarde y se demostraba débil.
Durante los siguientes días, la Conafor, por medio de su personal, realizaría recorridos de reconocimiento con la equipo especializado para saber con certeza el número exacto de hectáreas dañadas, además de que se coordinaría con los lugareños para iniciar con los trabajos de reforestación.
Durante los tres días, el siniestro fue combatido por el lado de Tembladeras y por el de Los Pescados, del municipio de Perote, sin el reporte de heridos o intoxicados.