Aunque en los últimos años se ha ido regulando el tema del acceso al crédito en México, todavía existen vacíos legales que deben irse perfeccionando ya que los criterios legales y jurisprudenciales en el país tienen favoritismos marcados hacia las empresas financieras expone Samara Hassel Jiménez Ortiz, autora del libro La teoría de la imprevisión y el acceso al crédito en México.
En entrevista para Diario de Xalapa, la abogada xalapeña asegura que aunque las dificultades para acceder y manejar un crédito ya eran marcadas, con la pandemia del Covid-19 estas se agravaron al punto de crearse “deudas completamente impagables”. Apunta que actualmente, las tasas de interés que existen en México son tan altas que una persona puede pasar el resto de su vida abonando a una deuda que no acabará de pagar nunca. “Se vuelve una deuda infinita y que hasta que esa persona fallece sigue la deuda”, lamenta.
En ese sentido, reconoce que mientras que países como España crearon leyes especiales para que la población pudiera pagar sus deudas ante la llegada del Covid-19, en México se dejó esto a criterio de las instituciones financieras. Aclara que solo el estado de Baja California creó en su momento un marco legal para que los deudores tuvieran tres meses de plazo para que no le subieran su interés o les aumentaran los pagos. “Precisamente la teoría de la imprevisión habla de esos hechos que pasan repentinamente y en los que debe haber flexibilidad para que los deudores puedan realizar sus pagos”.
Por ello, la abogada insiste en la necesidad de crear leyes y criterios de apoyo a los deudores, Incluso, va más allá al apuntar que se trata de un derecho que la población tiene y que incluso, la autorización de estos créditos no deberían estar sujetos a esquemas como el buró o a manejarse con prácticas ilegales o usureras. “Pero eso no pasa en nuestro país y todavía nos hace falta perfeccionar muchas cosas para lograrlo”, lamenta.
LIBRO BÁSICO PARA LA EDUCACIÓN FINANCIERA
Concebido como un libro para todo el público, “La teoría de la imprevisión y el acceso al crédito en México” enseña de manera práctica muchos de los conceptos e información que deberían formar parte del acervo educativo de la población en general asegura su autoridad. Y es que, reconoce que en México no se ha prestado atención a la educación financiera y muchas personas llegan a su edad adulta sin saber qué son las tasas de interés, cuáles son las modalidades de crédito o qué instituciones pueden ayudar en caso de ser víctimas de algún abuso por parte de las financieras.
“La educación financiera tiene que venir desde pequeño, no ya que eres sujeto de un crédito sino desde la educación básica. En la escuela se debería enseñar desde qué son las solicitudes de crédito hasta la difusión de las prácticas usureras que se cometen en el país”.
Licenciada en Derecho por la Universidad de Xalapa y maestrante en Derecho Penal, Jiménez Ortiz explica que la idea de escribir este libro surge durante su estancia en la Universidad de Salamanca en España. Cuenta que con el impacto del Covid-19 en el país europeo se comenzaron a crear leyes, en específico tres, para proteger a los deudores que solicitaban un préstamo. “Ahí nace la motivación de investigar aquí en el país cómo era”, cuenta.
Una vez definido el tema, explica, se dio a la tarea de redactarlo de tal forma que puedan entenderlo los operadores del sistema y los estudiantes de Derecho pero sobre todo para que pueda entenderlo cualquier persona que no haya estudiado derecho. Y es que, reconoce que una de las causas por las que una persona se mete en deudas impagables es la desinformación que se tiene sobre las tasas de interés y la conveniencia de elegir cada una.
FINANCIERAS COMETEN PRÁCTICAS ILEGALES
Para Jiménez Ortiz el gran problema que surge a partir de la pandemia es que los sistemas financieros han incrementado de manera exponencial las tasas de intereses. Como contexto, explica que en México, a diferencia de otros países, se tienen diferentes tasas de interés y que estas pueden ser variables, fijas y anuales, entre otras.
Señala por ejemplo, que los casos más graves de crecimiento de deudas ocurrieron en préstamos financieros o créditos hipotecarios que se adquirieron con tasa variables, por considerar que en su momento eran la mejor opción. Sin embargo, reconoce que mucha gente eligió este esquema debido a que en el país se tenían tasas de aproximadamente un 3 por ciento que en los últimos tres años no se había modificado. “Pero resulta que a partir del 2019, con el problema del Covid, la tasa variable se fue hasta el 25 por ciento, lo que provoca que las deudas sean impagables”.
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Explica que otro de los peligros a la hora de solicitar un crédito es hacerlo a través de financieras informales. Y es que, cuenta que existen algunas instituciones que ofrecen préstamos sin checar buró de crédito solo con la credencial del INE y referencias personales.
Sin embargo, alerta que hay alguna de estas que si la persona no paga hacen una difusión de fotografías de esa persona evidenciando que no ha realizado el pago mediante el ingreso ilegal a los contactos de whatsapp y de redes sociales. “Como ellos no pueden subir al buró de crédito la información de los deudores porque no son instituciones formales recurren a estas prácticas. Yo lo pude verificar con una fotografía que me llegó de un contacto con la leyenda ‘Soy un ratero’ en su cara”.
La abogada apunta que aunque este tipo de prácticas deberían tener consecuencias al tratarse de la revelación de secretos, los procesos legales para estos casos pueden tardar hasta dos años en resolverse. “Esto hace que mucha gente no de seguimiento a las denuncias”, concluye.
Nota publicada en Diario de Xalapa