Orizaba, Ver.- Con un llamado a las autoridades competentes para que el asesinato de los hermanos Ernesto y Román Pérez González no quede impune, el sacerdote Heriberto Jiménez, presidió la Eucaristía por su primer aniversario luctuoso, en la parroquia de San Felipe Neri de esta ciudad.
Familiares, amigos y compañeros de trabajo de los jóvenes participaron en la misa e hicieron, a petición de los papás, una oración por la paz.
Al término de la celebración el sacerdote bendijo a la familia, así como las cruces de metal que colocarán este sábado en el Panteón Municipal Juan de la Luz Enríquez.
Decenas de personas expresaron su solidaridad a los padres de los fallecidos, quienes agradecieron las palabras de aliento y el apoyo que han recibido desde lo ocurrido hace ya un año.
Más tarde, en la funeraria donde se llevó a cabo la Parada de Cruz, un amigo de los hermanos proyectó un vídeo sorpresa que hizo recordar a los presentes los mejores momentos de Ernesto y Román en vida y removió en sus padres, hijos, tíos y resto de los presentes, emotivos recuerdos.