Orizaba, Ver. Cartoneros consideran que la elaboración de figuras hechas con papel y engrudo deben considerarse un arte, ya que cada realizador pone creatividad, empeño, corazón y materiales que si bien no son fáciles de modelar en conjunto, llegan a ser figuras o esculturas con gran detallado y color, dijo Rodrigo Vidal Padilla, cartonero originario de Poza Rica.
"Con la cartonería estás haciendo esculturas, optas por un material diferente, sin embargo, esculpes y modelas desde cero, toda la actividad humana que tenga que ver con el desarrollo del arte tendría que ser considerada e importante para el desarrollo del ser humano y lo hablo no como creador sino desde el público".
- Te puede interesar: Artesanas festejan Día Mundial de la Mujer Indígena; asisten a festival artesanal
Dijo que la ciudadanía merece saber el valor agredado a cada una de las piezas realizadas, quizá no para producción, ya que el público no aprecia lo que ven, la forma, color y tamaño.
Comenta que durante la pandemia de Covid-19, el arte en sus diversas ramas fue lo que mantuvo "cuerda" a la ciudadanía, "desde el trabajo manual, el canto, el baile, la pintura y escultura, se aprendieron a manejar emociones, la dificultad de la enfermedad y el temor del contagio".
En su historia, Rodrigo Vidal recuerda que desde niño el dibujar y modelar con plastilina le ha resultado fácil y es así como tiene familiaridad con las dimensiones, los objetos y las texturas.
Su primer contacto con el papel y el engrudo fue desde niño, pues su abuelo, como tradición familiar, empezó a realzar piñatas en las fiestas familiares.
"Hay compañeros que son de familia artística o directamente de la cartonería, yo no, mi abuelo nos hacía las piñatas, pero no para vender y en esos procesos de ayudarle fue como empecé a conocer la técnica con el engrudo", declara.
Desde hace 11 años Rodrigo se ha dedicado por completo a la cartonería y fue que hace años viajó a Argentina y al no ver un resultado laboral positivo de lo que él buscaba, en una fiesta a la que fue regaló una piñata, la publicó en redes y se la pedían para comprar.
Comenta que tenía alrededor de 25 años sin hacer una piñata, pero en ese momento sus manos y mente regresaron a su infancia y fácilmente pudo hacerla.
Como cartonero, se dedica a las piezas de día de muertos como calaveras, xoloescuintles, máscaras y catrinas. Ahora "Cacarachi", es el nombre de su marca.
¿Cuál es el proceso para hacer una figura?
En su experiencia, sus figuras son creadas con base en experiencias o gustos de acuerdo a la lectura.
Pasando por un proceso de pensamiento y diseño, en ocasiones hace un pequeño boceto y cuando está decidido prepara su engrudo (pegamento que endurece el papel) de agua y harina.
Luego de la idea de pieza, empieza a diseñar su estructura, como por ejemplo un Xoloescuintle acostado, el cual es una sola pieza de cabeza a rabo, para luego poner los detalles como patas, orejas y al final el rabo, "la primera pieza siempre va a ser la más complicada porque hay que darse una forma, luego se empapela con las tiras de papel hasta que se cubre por completo dando una textura".
Cuestionado sobre el tiempo del secado, el cartonero comentó que dependerá del tamaño de la figura, que puede variar de 1 a 4 días, sin contar estos como parte de los días de realización, ya que también depende el clima porque el sol es un secador natural.
Sus piezas van pintadas y detalladas a mano para al finalizar colocar una capa de especial que protege a la pieza del polvo.
"En mi caso no suelo contar las horas de secado como parte del trabajo, puesto que mientras esa pieza seca, ya estoy modelando o armando otras y es un proceso de orden desordenado".
Menciona que los trabajos de un cartonero debe de ser valorado por la ciudadanía y enseñar a las nuevas generaciones que se pueden crear grandes cosas con hojas de periódico, papel china, crepe, bond entre otros.