Rafael Delgado, Ver.- Por más de 80 años a estado activo el predio utilizado como panteón en la comunidad de Jalapilla perteneciente al municipio de Rafael Delgado, generaciones han compartido en este lugar penas, lágrimas y despedidas, fue por allá de 1940 cuando ejidatarios acordaron hacer un camposanto donando unas tierras por el bien de toda su comunidad, así lo cuenta y lo recuerda Doña Rosa, quien defiende al lado de cientos de pobladores estas tierras que el día de ayer fueron profanadas con sellos y restricciones para evitar el paso de los ciudadanos que tienen ahí a sus muertos descansando en paz.
“Con orgullo lo digo mi bisabuelo fue uno de los creadores del ejido, junto con muchos más que dispusieron esas tierras para toda su comunidad y así a funcionado por muchos años, los que siempre lo han administrado son el comité de ejidatarios y ellos se encargan de dicho panteón”.
Sin embargo y pese a que por tantas décadas se mantuvo recibiendo cortejos fúnebres y féretros, esta semana fue clausurado y con candados y sellos prohibieron el acceso a los pobladores, pues dicho predio no cuenta con los documentos que lo acrediten como panteón, la alcaldesa de Rafael Delgado, Isidora Antonio Ramos dijo presuntamente se realizan inhumaciones de cuerpos de forma ilegal.
Sin embargo la voz del pueblo es otra y Doña Rosa comenta que los habitantes de Jalapilla siempre han pagado cuotas al municipio y han realizado el control de las actas de defunción.
“Aquí los ejidatarios no le cobran a las personas de escasos recursos porque es una cuestión de humanidad, pero al ayuntamiento si se le a pagado cuotas y nunca han venido a hacer obras o limpieza, incluso se lleva un control pero lo que no le pareció a la señora es que no hayan ido a pagar el permiso por el entierro de una persona y a eso le llamo entierro clandestino, pero no todos tienen recurso para hacer esos pagos”, declaró e indicó fue el inicio de este problema que terminó en el saqueo de una de las bodegas del DIF municipal, así como los incendios de los diferentes destrozos realizados en dicho municipio la noche del miércoles por parte de algunos habitantes que cansados de los abusos de la autoridad tomaron justicia por su propia mano, según lo expresaron en diferentes medios.
El cierre del panteón fue la gota que derramó el vaso, un vaso que venía cargado de abandono por parte de las autoridades que jamás tomaron en cuenta a los vecinos de Jalapilla e incluso denuncian la primera autoridad dijo no necesitar nada de aquel pueblo y por tanto desde que tomó el cargo no a visto por ayudarles en nada.
“No tenemos apoyo, no hay permisos de construcción, ni para negocios, no hay piso para los vendedores del mercadito, ni predial, desde que ella llego no hay ningún apoyo ni para los jóvenes deportistas”, relegados y sin servicio hasta de agua.
Una a una fueron sumándose estas acciones por meses, pero el hecho de bloquear el panteón fue algo inconcebible para los pobladores.
“Se ha desentendido por completo de este lugar y no así ahora se atrevió a clausurar nuestro panteón, eso no se toca… ¡Estas cosas son sagradas!l Lo que el pueblo pide es tranquilidad y si no ayuda que tampoco complique las cosas”, expresó Doña Rosa.
Conscientes del peligro por la pandemia los habitantes lamentan que en medio de tanto contagio y riesgo tengan que salir a exigir se respeten sus creencias y se respete a los ejidatarios que para ellos son la ley del pueblo, porque son ellos los que si han visto por ayudarlos, esperaban que la alcaldesa hubiese como autoridad realizado las gestiones necesarias para que el panteón funcione como debería, pero por el contrario “cuando ella vio el caos ni ella ni ningún representante se presentó a querer llegar a un acuerdo para evitar un daño peor, pero esperamos que recapacite pues es una mala representante, esta es mi opinión y la de muchos de la congregación" concluyó Doña Rosa, quien con tristeza dice lo único que quieren es paz y tranquilidad para ellos y sus difuntos.