Orizaba, Ver.- El 7 de enero de 1907 se dio un estallido social no planeado, que fue el antecedente de la Revolución Mexicana. Los obreros de la fábrica de Río Blanco, buscaron, tras formar el Círculo de Obreros Libres de Río Blanco tener una jornada laboral de 8 horas, que no los maltrataran, tener prestaciones y servicio médico. A la distancia, aunque algunos de sus ideales se lograron, todavía hay obreros que son sometidos a largas jornadas de trabajo.
El historiador Armando López Macip, miembro de la Academia Nacional de Historia y Geografía recordó que los trabajadores se comenzaron a organizar desde 1903, luego de que gente del Partido Liberal Mexicano sembrara entre los obreros de Río Blanco, principalmente, células de expansión en las fábricas de la región.
En ese entonces había seis fábricas textiles y el Yute, siete en el corredor industrial más importante de México en el Siglo XX, donde las condiciones eran de explotación al igual que en todo el mundo
EN RÍO BLANCO SUCEDIÓ ALGO SIMILAR A LO DE CHICAGO
Añadió que en Río Blanco sucedió algo similar a lo que ocurrió en Chicago, donde los trabajadores eran sobreexplotados y con las mujeres obreras muertas el 8 de marzo, pero en diferentes proporciones. “Para nosotros representa mucho porque es sangre de mexicanos y de personas de la región y aunque las cantidades no son mismas, hay un hecho similar”, acotó.
FORMARON EL CÍRCULO DE OBREROS LIBRES
Los obreros se organizaron en el gran Círculo de Obreros Libres de Río Blanco, que tomó formalidad el 2 de abril de 1906, fecha que era tan importante como el 5 de mayo porque fue cuando el Ejército Liberal venció finalmente al Ejército Conservador, lo que significó la restauración de la República.
Como era fiesta nacional, los obreros no trabajaron y se reunieron en Nogales en el edificio del Fénix y constituyeron el Gran Círculo de Obreros Libres de Río Banco, cuyo primer presidente fue Manuel Ávila Rocha y su vicepresidente, José María Neira Gómez
Comenzaron a hacer sucursales del mismo en otras fábricas, ese fue el inicio del movimiento. En junio lanzaron un periódico que se llamó Revolución Social y eso puso en alerta a las autoridades, pues ya hablaban de justicia social.
Neira Gómez encomendó el Círculo a José Morales, quien sacó otro periódico, “Unión Obrera” y se dedicó a pugnar por los ideales originales del Círculo que eran tener una jornada laboral de 8 horas, que no los maltrataran, que tuvieran prestaciones y servicio médico; esos eran sus más grandes ideales.
José Morales logró afiliar a los obreros de Tlaxcala, Puebla y otros estados y se volvió un movimiento enorme. A finales de 1906, los obreros de Puebla hacen una huelga porque pedían lo que pedían los de acá, pero aquellos decidieron parar labores, por lo que comenzó la huelga, pero en Río Blanco no la hubo, fue un paro industrial, por decisión de los patrones.
OBREROS TRABAJABAN JORNADAS DE 12 HORAS O MÁS
Y es que los obreros tenían jornadas extenuantes, de 6 de la mañana a 6 de la tarde; los martes, jueves y sábado tenían velada, es decir, salían a las 12 de la noche para entrar al día siguiente a la seis de la mañana, por el mismo sueldo y el día que no iban no les pagaban.
Les daban casa con energía eléctrica y agua, pero les descontaban la renta; les pagaban con vales de la tienda de raya donde había de todo y cuando tenían algún problema iban por un vale para la tienda de raya y se los daban; tenían crédito abierto pues les descontaban.
PIDEN TRABAJADORES A PORFIRIO DÍAZ QUE INTERVENGA PARA VOLVER A TRABAJAR
Tras solicitar la intervención del presidente Porfirio Díaz y dar este la orden para que el 6 de enero de 1907 se reanudaran las labores, los de Puebla y Tlaxcala regresan a trabajar, pero los de Río Blanco no y tacharon de traidor a José Morales y Rafael Moreno y Manuel Juárez piden a los trabajadores a no presentarse a trabajar e impiden el acceso a quienes sí querían reincorporarse.
El historiador orizabeño agregó que, de acuerdo con la versión más acertada, por un mal entendido con el encargado de la tienda de raya, el día que se reanudarían las jornadas laborales en la fábrica, hubo un enfrentamiento por el saqueo a la tienda, en el que fallecieron tres personas. El grupo que saqueó marchó en caravana y sacaron a los presos de la cárcel, se fueron a Nogales, saquearon los empeños y tomaron armas.
ESTALLIDO DEL 7 DE ENERO NO FUE PLANEADO
“El estallido que se dio el 7 de enero fue una revuelta no organizada, no tenían pensado hacer eso, sucedió de manera espontánea”, dijo.
Al llegar a la curva de Nogales, según las crónicas, un individuo ebrio que iba en la turba y que llevaba armas, disparó contra el batallón, que disparó contra la muchedumbre y al menos cayeron ahí 10 personas muertas.
Un segundo grupo comenzó a apedrear la fábrica porque se corrió el rumor de que estaban fusilando a los obreros. “En ese momento llegó Lucrecia Toris, esposa de uno de los dirigentes del Círculo de Obreros Libres. Ella junto con otros inició otro grupo que llegó hasta Nogales donde les habían tendido ya una emboscada, pues iban a liberar a los que habían tomado presos”, dijo.
Al increpar al teniente Dorado que estaba a cargo del batallón, éste la golpea con su espada y cayó desmayada, impidiendo con ello otra masacre, convirtiéndola entonces, en una heroína.
LLEGAN FUERZAS AL MANDO DEL CAPITÁN MARTÍNEZ Y COMIENZA CACERÍA DE BRUJAS
Luego de estos hechos, el gobernador Teodoro A. Dehesa telegrafía al presidente, Porfirio Díaz y éste envía al subsecretario de Guerra que viaja en tren en la noche del 7 de enero y llega a Río Blanco el 8 de enero amaneciendo.
“Al bajarse los soldados encuentran a un individuo que pretendía prender fuego a la fábrica de Río Blanco y lo matan. Él sería ya una víctima directa de las fuerzas que mandó Porfirio Díaz”, señaló.
Las fuerzas al mando del capitán Rosalino Martínez iniciaron una “cacería de brujas”, mandó buscar a los principales líderes y tomaron presos a Rafael Moreno, Manuel Juárez, Rafael Troncoso y Zeferino Navarro, todos de Santa Rosa.
“Los llevaron a la cárcel y los incomunicaron. Con ellos, el miércoles 9 de enero poco antes de las seis de la mañana los sacaron de la cárcel y a la hora que sonó el silbato en las fábricas, los llevaron a la entrada de la fábrica de Santa Rosa y les dijeron que se podían retirar porque no había nada contra ellos, pero a la hora de ir caminando les aplicaron la ley fuga. Unos quedaron muertos del lado de Nogales y otros del lado de Santa Rosa”. Estos cuatro personajes son a los que se podría llamar Mártires de 1907, concluyó.
