Xalapa, Ver.- Familias de las colonias de la periferia de la ciudad van creando conciencia sobre la necesidad de cuidar el agua, sobre todo en este momento de estiaje y de contingencia sanitaria por el Covid-19.
Poco se observa a personas desperdiciando el líquido, lavando automóviles o banquetas con mangueras, pues hay mayor compromiso ante el escenario actual.
Incluso hay quienes desde hace tiempo han optado por reutilizarla y enfrentar así el programa de tandeo que desde hace años se aplica en la capital del estado.
Hacer rendir el agua y cumplir con las recomendaciones de lavarse constantemente las manos ante la contingencia sanitaria pareciera una tarea difícil ante la escasez que se vive en varias partes de la ciudad, pero se va adoptando.
Dado que muchas personas se ven en la necesidad de comprar garrafones de agua, esa situación los obliga a cuidarla todavía más.
“Estamos procurando no gastar tanta agua de los tinacos porque esto del coronavirus también está afectando y se trata de ahorrar lo más posible”, dijo Rogelio García, de la colonia Independencia.
En su casa el agua que utilizan para lavar usan para el sanitario, “es la forma en que uno va ahorrando”.
Sobre los tandeos, colonos entrevistados dijeron que a veces "no nos informan qué día se quitan, según que es un día y resulta que es otro, y pues nos quedamos sin agua, eso afecta mucho en nuestras casas y más por el calor”, abundó.
Rogelio recuerda que desde hace varios años tomaron la decisión de reutilizar el agua ante la temporada de estiaje.
“Hace muchos años teníamos la de los pozos, no se padecía, había varios nacimientos, pero ahora que ya no tenemos eso tratamos de ahorrar porque de un día a otro se queda uno sin agua y ya valió”, agregó.
Cerca de allí, en la colonia Plan de Ayala, casi en los límites con Tlalnelhuayocan, familias aseguran que seguido padecen por la falta del líquido y esa situación hace que tengan que cuidarla cada vez más.
“Vamos guardando en cubetas porque se usa el agua todos los días, para lavar trastes, limpiar, para el baño, para asearse, y tenemos que ver la manera porque no podemos estar sin agua”, dijo Susana.
En varias ocasiones recurren con los vecinos y entre ellos se apoyan. En su casa viven cinco personas, por lo que han hecho un compromiso para hacerla rendir.
Por la calle Pedro carga en su “diablito” algunas garrafas de agua porque en su vivienda aún no cuenta con agua potable y tienen que ingeniárselas para cubrir sus necesidades.
Continuamente tiene que acarrear el líquido en garrafones y cuidar de ésta para que rinda para él y su familia y sus labores diarias.
Así, es común que en las afueras de las viviendas haya cubetas, tambos o todo tipo de recipientes para apartar o conservar agua y lograr que la escasez se resienta lo menos posible.