Xalapa, Ver.- Aunque la crisis sanitaria que provocó la pandemia de Covid-19 dejó de manifiesto la necesidad de formar más médicos especialistas en México, hay que ser cuidadosos a la hora de determinar a qué países conviene mandar a los estudiantes y en qué se deben especializar, alertó Domingo Vázquez Martínez, coordinador del Observatorio de Educación Médica y Derechos Humanos de la Universidad Veracruzana (UV).
El investigador del Instituto de Salud Pública de la UV señaló que, dado que la necesidad de médicos especialistas se da en todo el mundo, la migración de personal de salud hacia los países ricos es un problema grave ya que se corre el riesgo de que no regresen.
Por ello, el especialista advirtió que, más allá del compromiso de los becarios es necesario establecer mecanismos o acuerdos con los países anfitriones a fin de evitar que se queden con los médicos mexicanos y escoger países que ofrezcan garantías de no quedarse con los médicos especialistas formados.
“Es común que los países con menos recursos invierten en la formación de médicos y enfermeras para su población, que terminan trabajando en países con más recursos y que les ofrecen mejores condiciones de trabajo y desarrollo profesional”, señaló.
Además, dijo, respecto a la especialidad o especialidades a ofrecer hay que mirar la organización del sistema de salud del país anfitrión, ya que la especialización médica está fuertemente relacionada con los niveles de atención médica.
En general, expuso, el segundo y tercer niveles privilegian especialidades médicas propias de la atención a la enfermedad y el primer nivel de atención las conformes a la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad. “De acuerdo con las políticas de salud actuales, tanto a nivel nacional como internacional, habría que formar médicos especialistas de manera preferente para el primer nivel de atención”.
Ante este panorama, precisó que es necesario que los para otorgar las becas a los 30 mil médicos generales para que se especialicen en el extranjero se busque alianzas en países con un primer nivel de atención bien estructurado, funcional y que ofrezca especialidades que respondan a las necesidades que plantean los perfiles demográfico y epidemiológico del país.