Han muerto más de 10 taxistas por Covid-19

Familia queda en el desamparo; no todas trabajan el taxi

Mayra Figueiras | El Sol de Orizaba

  · miércoles 21 de abril de 2021

Foto: Miguel Castillo | El Sol de Orizaba

ORIZABA, Ver.- En 13 meses de pandemia, en la agrupación GRITO han fallecido al menos 10 trabajadores del volante por Covid-19, dejando a su familia en la zozobra y con problemas económicos, porque no todos continúan trabajando la unidad, afirmó Jairo Guarneros Sosa, representante de esa organización.

El gremio de los taxistas está muy golpeado en su salud y economía, señaló que a pesar de que se hace el esfuerzo para sanitizar las unidades de transporte y porque lleven gel para su uso y el de sus pasajeros, tratan con mucha gente y han pagado las consecuencias de ello, agregó el entrevistado.

Jairo Guarneros Sosa / Foto: Miguel Castillo | El Sol de Orizaba

“Si hoy no trabaja, no tiene dinero; si se enferma y tiene que dejar de trabajar 15 o 20 días ¿de dónde se genera dinero?; no solo es una cuestión de salud, sino que les afecta a ellos y también a su familia”, acotó.

Explicó que "la mayoría de los concesionarios sacan su unidad, financiada, ya sea con cajas de populares o de agencia, pero no tienen presente los imponderables como la enfermedad. Hacen cuentas al mes, pero no tienen en mente que en ese mes pueden pasan cosas imprevistas y no están preparados, como no lo estaban para el Covid-19", abundó.

Llega la pandemia, enferman, no trabajan y se descuadran todos sus gastos, ya no les alcanzó para pagar la letra y se les acumula la otra letra, además del interés que será mayor, así se hace una bola de nieve que los aplasta. “Luego el gobierno que dice que los va apoyar con mil pesos y no a todos sino a unos cuantos, ¿cómo saldrán del atolladero?”, aseveró.

Y es que no todas las familias continúan trabajando la unidad, pues hacerlo representa una serie de trámites que les resultan difíciles de continuar.

“La viuda debe iniciar un juicio de sucesión testamentaria, pero son gastos con el notario, el proceso legal y el estado; además, recurren a gestores porque la familia desconoce el procedimiento”, explicó.

Otro problema que enfrenta la familia es que muchos no estaban empadronados, y como el trámite está incompleto, no sirve y tienen que volverlo a reiniciar; "además, Transporte Público labora al 25% de su capacidad por la pandemia y Hacienda trabaja dos o tres días a la semana, entonces es cada día más difícil”, mencionó.

Foto: Miguel Castillo | El Sol de Orizaba

Unas familias, reveló, terminan malbaratando la concesión, como no era su actividad no le van a poner atención y quedan a expensas de que su chofer sea honesto al trabajar el taxi.

Finalmente, Guarneros Sosa confió en que los partidos no caigan en la tentación de ofrecer dinero a este gremio, pues sería miserable, porque jugarían con la necesidad que enfrenta el taxista, concluyó.