Veracruz, Ver.- En los trabajos hace falta más empatía para que las mujeres cumplan con el rol de mamás, desde atender una junta escolar hasta llevar al médico a sus hijos y tomar sus vacaciones familiares sin problemas, considera Myriam Castillo Meza.
Con 46 años es actualmente gerente general y ventas de una importante empresa que fabrica y exporta etiquetas a nivel nacional y en el extranjero.
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20 años atrás, a pesar de sus estudios y de tener el perfil para trabajar, todas las puertas se le cerraban por el hecho de ser mujer, por no tener experiencia, porque era muy joven para ocupar un puesto importante, pretextos más, pretextos menos y en los trabajos que logró acomodarse, su sueldo siempre era inferior al de sus compañeros varones.
En la búsqueda por un buen trabajo, donde se le reconociera por sus estudios y capacidad, se encontró con la oportunidad de trabajar en la empresa donde labora actualmente, la cual atravesaba por una situación crítica.
Cuando inicié en la empresa, las cosas no estaban muy bien pero el dueño me dio la oportunidad de integrarme y obviamente fue un reto para mí, me propuse esforzarme mucho
Enfrentando barreras
Sin embargo, aunque sus intenciones eran llevar a la empresa a número altos, de nuevo se encontró con barreras, donde se le ocultaba la información y no se le permitía trabajar para demostrar su capacidad.
“Me propuse dar todo para sacar adelante a la empresa, pero en ese momento estaba en manos de más hombres que mujeres y se presentan situaciones que hasta nos hacen llorar, escondían la información y no me daban las herramientas para demostrar mi capacidad, pensé en rendirme, pero me dije a mi misma que si me corrían sería porque no supe desempeñar las funciones y eso no lo iba a permitir, así que me dediqué a trabajar con los medios que tuve a mi alcance, conseguí ventas y logré que me dieran los espacios”, externa.
Actualmente Myriam es la jefa de la empresa que emplea a un promedio de 50 personas y todos le dan cuentas acerca del trabajo y ella informa al patrón, a quien se ganó su confianza por el trabajo desempeñado.
Afirma que con base en su experiencia trata de ser flexible con sus compañeras, sobre todo apoyándolas en su rol de mamás.
Apoyo a madres trabajadoras
Menciona que es necesario apoyar a las mamás trabajadoras sin riesgo de que pierdan sus empleos porque deben atender sus problemas familiares.
“En mi departamento tengo varias mujeres mamás y yo soy una persona que las procuro, soy flexible para que estén contentas en su trabajo y sobre todo se sientan apoyadas, con la confianza de que puedan atender una junta escolar, que si un hijo se sintió mal, que tomen sus vacaciones porque a veces los jefes hombres no pueden entender eso, no se explican que si llegaron tarde es porque un hijo se les enfermo, que sí necesitan salir más temprano porque deben atender una junta escolar, hace falta más empatía en los trabajos y yo como me enfrenté a algunas situaciones así, trato de ser empática, ser buena jefa y amiga para que en el momento que las necesito de que tengamos que quedarnos más tiempo o llegar más temprano lo hagan con gusto, porque saben que se les apoyan cuando lo necesitan”, menciona.
Considera que una mujer es tan capaz como un hombre para desempeñar cualquier trabajo, ya que dentro de la empresa, incluso algunas mujeres que aunque no les toca ayudan a cargar los materiales que tienen un peso de alrededor de cinco kilos para ofrecer un buen servicio a los clientes.
“Me siento muy bendecida por mi trabajo que me permite tener cierto nivel de vida, también estoy trabajando para tener algo propio, me gusta ayudar a la gente y estoy muy al pendiente de mi familia, todas las mujeres somos importantes y tenemos la capacidad para triunfar donde nos pongan, pero si necesitamos más oportunidades”, refiere.