Coscomatepec, Ver.- En un lugar con tanta tradición en donde cada mes de diciembre se pueden ver salir de todos los rincones a cientos y miles de danzantes que portan elaboradas máscaras que son el foco de atención de todos es un orgullo ser el creador de estas obras de arte así lo explica el artesano y mascarero de Coscomatepec, José Alberto Olguín.
Son más de 15 años los que José Alberto Olguín Jiménez tiene ejerciendo el oficio de carpintero, realiza muebles y artículos en madera que le solicitan, a sus 44 años supo que nunca es tarde para seguir aprendiendo ya que sin esperarlo un día por petición de un amigo pintó una máscara, pero con su mirada crítica vio que tenía algunas deficiencias animándolo a realizar mejores trabajos.
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Fue así que empezó su incursión en este oficio, donde se ha ido especializando, ha asistido a algunas exposiciones de Máscaras Danzantes en la CDMX en donde aprendió de los mejores maestros mascareros, con sus enseñanzas y experiencia ha compartido ideas con ellos.
“Lo que para algunos es basura para otros puede ser arte, si uno tiene la creatividad y la facilidad de hacer una artesanía podemos hacer maravillas con cualquier tipo de material”, explica el artesano quién señala utilizan distintos tipos de materiales.
¿Qué materiales utiliza y cuánto cuestan?
Desde manitas de cangrejo, de armadillo, hasta dientes de jabalí y de toro, son parte de las aplicaciones que se le pueden poner a algunas máscaras que en la actualidad ya son más elaboradas y con toques más grotescos que en la antigüedad no se usaban.
Alberto señala la máscara original de Coscomatepec es de color rojo con barba y bigote negro, sin cuernos pero con algunos aspectos grotescos, sin embargo este año más clientes llegaron a solicitarle algunas modificaciones.
“Nos encargan ponerle cuernos, luces y pues nos tenemos que adaptar a lo que el cliente pida porque si hacemos la tradicional como es no la compran porque la gente se acostumbra a ponerle otras cosas”, afirma.
Con más de 9 años realizando máscaras, José Alberto ha hecho más de 200 con su sello personal, que destacan por el acabado de su obra, desde una cobertura de poliuretano hasta un detallado más fino y con aspectos más novedosas.
Estos objetos tradicionales se realizan con madera de colorín, dientes de toro o varias aplicaciones con un esmaltado de una base de poliuretano, los precios de las máscaras oscilan entre los mil 200 hasta los 10 mil pesos dependiendo el modelo, tamaño y el acabado de la misma.
Cabe destacar que una de sus obras fue elegida por un coleccionista español que se llevó la máscara tradicional de Coscomatepec y hoy se encuentra expuesta en el Museo de Máscaras del Mundo de Nacho Rovira quien tiene más de 100 máscaras de todas partes del mundo.
“Es un orgullo ser un maestro mascarero porque no sabía que tenía esa habilidad y poco a poco lo he descubierto y gente de otras partes del mundo ha reconocido nuestro talento incluso más que en mi propia tierra”, afirma.
Es por ello que en este Segundo Festival de Máscaras Danzantes participará con una exhibición de sus mejores trabajos buscando conquistar el gusto de los más expertos que llegan desde otras partes de la república.
Nota publicada en El Sol de Córdoba