Todo listo en la catedral de Xalapa para celebrar a San Rafael Guízar y Valencia, “patrono de los obispos en México” y por ello las peregrinaciones que desde días anteriores comenzaron a llegar a Xalapa donde descansan sus restos.
Bajo la torre derecha de Catedral que tiene como característica estar incompleta reposan los restos del santo, al cual la gente llega a pedir favores, sobre todo para los niños. Bajo su imagen en Catedral y a espaldas de su sepulcro se puede ver cómo quienes le adoran dejan su petición clavada en la pared esperando que les haga el milagro al interceder por ellos ante Dios.
A temprana hora del 23 de octubre la Catedral de Xalapa estaba lista para lo que serían las fiestas en honor a San Rafael Guízar y Valencia y desde temprana hora llegaron los fieles para rezar, pedir o agradecer algún favor y aunque la Catedral lucía vacía, conforme avanzó el día se fue llenando al grado de no dejar espacio alguno en su interior.
A las afueras también los vendedores, no sólo de imágenes del santo, sino de todo tipo de productos, se instalaron en espera de los fieles para poder hacer su vendimia. También al interior de Catedral estaban listas las vallas que delimitan el camino de ingreso y salida de los peregrinos para hacer más ágil la vista al santo en su día.
De acuerdo con el programa, a las 00:00 horas se realizaron Las Mañanitas y a las 4 de la mañana se realizó la parada del arco. Sin embargo, las fiestas en honor al santo comenzaron al mediodía con la misa de unción de enfermos como parte de los festejos a San Rafael Guízar y Valencia.
Hasta Catedral llegaron los fieles y devotos de San Rafael para pedir por algún pesar y se pudo ver desde personas con alguna torcedura hasta aquellos que tienen enfermedades graves o propias de la edad. Todos llegaron a Catedral para pedir la intervención de Dios por medio de su siervo san Rafael Guízar y Valencia.
Los vicarios explicaron que la unción de enfermos es un sacramento y al ungirlos los pone en presencia de Dios.
Al ungirlos explicaron que es como abrir una puerta y que Jesucristo los puede tocar para aliviar su dolor, por lo que ese es el momento en que los enfermos pueden pedir el alivio de sus males y detallaron a los fieles que lo primero que se debe hacer es aceptar la enfermedad y tomarla como su cruz, pues en ese momento cuando viene el verdadero milagro que es el de la salvación.
El óleo para la unción de enfermos fue bendecido en Semana Santa y ese es el que se utiliza en esta misa para ponerlo a quienes acuden a pedir por su salud.
Después de esta misa a las 18 horas iniciaron los festejos cada hora, empezando por el decanato de Banderilla, luego la recepción de peregrinaciones y así hasta las 00:00 horas que se tocaron Las Mañanitas en honor al santo xalapeño de corazón, pero originario de Cotija, Michoacán.
También las 18 horas se cerró la circulación de la carretera Xalapa-Coatepec en el carril que viene de ese municipio a la capital del estado, para protección de los peregrinos que durante toda la tarde noche salieron desde sus comunidades hacia la Catedral de Xalapa para la celebración del santo Rafael Guízar y Valencia.
Cabe recordar que es una tradición que los fieles al santo, sobre todo de congregaciones de los municipios de Xico, Teocelo e Ixhuacán, recorran en peregrinación a esta ciudad, incluso algunos no solo hacen la peregrinación, sino que vienen caminando descalzos, otros corriendo y algunos más en bicicleta y cada uno de ellos movido o inspirado por la fe.
Algunos otros fieles y movidos por el buen corazón acudieron a repartir agua, pan, café y hasta tamales a quienes peregrinaron hacia Xalapa para agradecer a Rafael Guízar y Valencia.
EL MILAGRO
El padre José Manuel Suazo Reyes, vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, refirió que monseñor Rafael Guízar Valencia nació en Cotija, Michoacán, un 26 de abril de 1878 y fue ordenado sacerdote el primero de junio de 1901.
En agosto de 1919, estando en Cuba, fue nombrado obispo de Veracruz por S.S. Benedicto XV y llegó a Veracruz un 3 de enero de 1920, por lo que el próximo año se celebrarán los 100 años de su llegada a nuestras tierras.
Explicó que Guízar y Valencia es el primer obispo mexicano declarado santo y fue beatificado en 1995 por el papa Juan Pablo II y canonizado en 1996 por el papa Benedicto XVI. El santo mexicano murió en 1938 y al ser exhumado su cuerpo en 1950 se encontró su cadáver incorrupto, actualmente una de las reliquias es el corazón.
El milagro por el cual fue canonizado Rafael Guízar y Valencia ocurrió en el año 2002, después de que a la señora Valentina Santiago se le detectó a través de un ultrasonido que su hijo tenía una malformación.
Una vez que la señora tuvo conocimiento de esta situación pidió la intervención del monseñor Guízar y Valencia y dos meses después el niño Rafael de Jesús Barroso nació sano.
Fue una comisión médica la que determinó el 18 de mayo de 2005 y mediante evidencias que esto solo pudo haber pasado por un milagro, pues todo indicaba que el bebé tenía labio leporino y así se analizaba en los exámenes del feto en el seno materno a las 31 semanas de su gestación.
Sin embargo, al nacer el niño no tenía problemas de labio leporino y con estos elementos un congreso de teólogos consultores aprobó el milagro del niño Jesús Barroso un 15 de noviembre de 2005.
Fue en esa fecha que mediante un “juicio resolutivo de curación completa y milagrosa, inexplicable científicamente” se reconoció el milagro que elevaría a monseñor Rafael Guízar y Valencia en santo.
Una vez beatificado se designó el 24 de octubre como la fiesta litúrgica de san Rafael Guízar Valencia, el cual es visitado en la Catedral de esta ciudad por más de 100 mil peregrinos que acuden a venerarlo.
Suazo Reyes refirió que en la ciudad de Xalapa desde hace 11 años existe también un museo para conocer la vida y obra del santo obispo de Veracruz, el cual ya ha recibido más de medio millón de visitas de connacionales y del extranjero.
