Doña Gabi lleva 27 años como panteonera; "más que trabajo es una tradición familiar que da paz"

Doña Gabi tienen 67 años de edad, se recupera de un infarto y dice que su trabajo le gusta

Gabriel Lagos / El Sol de Orizaba

  · viernes 1 de noviembre de 2024

Doña Gabi dice que aprendió el oficio de su esposo, quien a su vez lo heredó de la familia / Foto Gabriel Lagos / El Sol de Orizaba

Orizaba, Ver. – Limpiar sepulcros no es una tarea común, pero para doña Gabriela es un trabajo, que más que trabajo es como una diversión, sobre todo porque ya lo trae como tradición en su familia.

Esta es una de muchas historias de las que puedes encontrar en el interior del camposanto Juan de la Luz Enríquez, pero hoy nos tocó saber de Gabriela Sánchez García.

Para empezar Gabriela tiene 67 años de vida y como trabajadora del cementerio tiene 27: limpiando y arreglando tumbas.

Señala que su trabajo es limpiar tumbas, sembrar flores y mantener en buen estado la sepultura / Foto Gabriel Lagos / El Sol de Orizaba


Doña Gaby dice que el mantenimiento consiste en lavar los sepulcros, cortar el pasto, sembrarles pasto o plantas, según se lo pida el cliente.

Ella manifiesta que a sus clientas les encanta que les mantenga sus sepulturas con plantas y flores.

Trabajo es tradición de familia

También dice que su esposo, Gilberto Herrera Flores, murió hace tres años y fue trabajador del cementerio haciendo monumentos, capillas y arreates, es decir a las sepulturas les colocaba el puro pasto.

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“Fue como yo aprendí”, subraya doña Gabriela, quien empezó viendo cómo lavaban los monumentos y para cuando su esposo se fue a los Estados Unidos ella se quedó a cargo de las sepulturas que tenían encargadas para continuar dándoles mantenimiento.

Luego, la entrevistada dice que llegó su suegra, Joaquina Flores Ramírez, quien murió a los 80 años y ella también a eso se dedicaba, al mantenimiento de las tumbas junto con su suegro Luis Herrera Guzmán.

Señala que al morir su esposo, ella se quedó trabajando a los clientes que tenía / Foto Gabriel Lagos / El Sol de Orizaba

Pero la tradición va más atrás, pues el abuelo de Gabriela, David Sánchez Huerta también fue trabajador panteonero y el puesto ha sido ocupado de generación en generación, siendo de los últimos su padre Federico Sánchez García.

Doña Gabriel señala que en sus 27 años de trabajadora se encuentra recuperando de un infarto, nada ni nadie la ha asustado, es una mujer que trabaja con amor y pasión por lo que le gusta.

Además, el estar en el panteón le da mucha tranquilidad ya que puede visitar las tumbas de sus seres queridos y hace su trabajo sin que nadie la presione.

Finalmente Gabriela dice que este 2 de noviembre, Día del Trabajador del Panteón, lo pasará con sus familiares, festejando por el día, pero también recordando a los suyos.

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