Orizaba, Ver.- Las edificaciones que datan de la década de los 90 a la fecha están reguladas y por tanto deben cumplir con todas las especificaciones que marca el Reglamento de Construcción del estado de Veracruz, para evitar los daños por sismos, afirmó René Cruz Camacho, constructor orizabeño.
Recordó que el parteaguas que marcó un cambio sobre el tipo de construcciones en todo el país fue el terremoto de la Ciudad de México, en el año 1985, pues fue después del mismo que se modificó el reglamento, al que se aumentaron otras especificaciones técnicas y requerimientos con el propósito de hacer construcciones cada vez más resistentes.
De tal forma que actualmente las edificaciones de concreto y acero son mucho más resistentes y de mucho mayor calidad. “Esa es la clave, también la supervisión en cuanto a que construcciones de más de 200 metros cuadrados o de tres niveles requieren forzosamente el visto bueno de un perito constructor”, resaltó.
Dijo que en el caso de Orizaba ya hay un padrón de peritos y el ayuntamiento da seguimiento al trabajo que realizan los mismos, en otros municipios de la zona, de una manera u otra aplican esos criterios. Esto ha dado paso a que haya construcciones más resistentes a los movimientos telúricos.
Realmente ahora, que se caiga una construcción de concreto y de acero es muy difícil, porque las especificaciones técnicas y las características son muy altas.
Sobre si hay algún tipo de sanción para quien no acate lo dispuesto en dicho reglamento, Cruz Camacho dijo que “en Orizaba sí son muy específicos en que tiene que haber un perito técnico, un representante técnico, que esté presente desde el diseño de los planos hasta la construcción y, si hay alguna modificación o algún error van sobre el perito”, apuntó.
De tal manera consideró que ser perito no es tan cómodo, ni tan libre de responsabilidad, al contrario; para las construcciones grandes es muy específico el perfil y los criterios, así como las sanciones; ya los marca el Reglamento de Construcción del estado de Veracruz.
Tras señalar que en ese sentido sí hay un avance, mencionó que las construcciones que se desplomaron, por ejemplo, en el Itsmo, en Oaxaca durante el temblor de 2017 eran construcciones de tabique, de adobe, que no tenían una estructura de metal.
“Las que se caen son construcciones antiguas que fueron hechas de adobe o piedra de los años 1800, esa prácticamente desapareció o ya está reforzada. Salvo una que otra construcción histórica que se conserva, la vivienda de esos tiempos ya prácticamente desapareció y la actual está muy regulada”, explicó.
Finalmente enfatizó que en las construcciones que ocupan productos de calidad y no se escatima en las proporciones, es muy difícil que falle algo; a menos de que el temblor pase de los 7.3 grados; ahí es un hecho que ya no hay responsabilidad civil por parte del constructor.