Habitantes de Omiquila y Tzoncolco siguen incomunicados tras barrancada; hay 4 casas destrozadas

Tras el deslizamiento de tierra ocurrido por las lluvias del 30 de junio, familias continúan incomunicadas, sin energía eléctrica ni servicio médico; familia trasladó a pie ataúd para ser sepultado

Guadalupe Castillo / El Sol de Orizaba

  · viernes 5 de julio de 2024

Familia de Tzoncolco, buscaba buscaba llegar a Rafael Delgado para dar sepultura a su familiar; condiciones de la carretera obligaron al cortejo fúnebre a cruzar a pie / Foto: Guadalupe Castillo / El Sol de Orizaba

Tlilapan, Ver. - Al menos mil 500 personas de las localidades de Omiquila y Tzoncolco, pertenecientes al municipio de Rafael Delgado, continúan incomunicados por la falta de energía eléctrica y el bloqueo de la carretera, derivado del deslizamiento de tierra ocurrido el pasado 30 de junio.

Han transcurrido 5 días desde la tarde del domingo cuando las lluvias en aquel municipio y sus comunidades cercanas provocaron deslizamiento de agua que arrasó con camas, muebles, electrodomésticos, ropa, zapatos y viviendas de más de 70 familias.

¿Cuál es el reporte de daños tras las lluvias?

Hasta el momento se tiene un reporte preliminar de 4 casas en pérdida total, así como la falta de energía eléctrica, servicios médicos y alimento, sobre todo en la zona del municipio de Tlilapan y de Omiquila y Tzoncolco, en Rafael Delgado.

En la carretera que conduce a las comunidades antes mencionadas, el lodo sigue obstruyendo el paso vehicular ya que abarca más de 100 metros de largo y un metro y medio de alto, obligando a la población a cruzar ese tramo a pie.

En medio del lodo, una familia originaria de Tzoncolco, buscaba buscaba llegar a la iglesia de Rafael Delgado para dar sepultura a su familia, quien falleció hace tres días. Sin embargo, las condiciones de la carretera obligaron al cortejo fúnebre a descender de las camionetas de redilas en las que viajaban y a cruzar a pie.

Un grupo de hombres se dispuso a cargar el ataúd en brazos mientras que algunas mujeres llevaron flores y una cruz de madera.

Casi al final del camino, personal voluntario, ayudó a esta familia para sostener el ataúd, en lo que estos bajaban con precaución, pues había tramos donde sí se hundía un zapato, el lodo llegaba a la pantorrilla.

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En ese momento, del otro lado de ese camino de lodo, estaba una carroza fúnebre color blanca, así como un camión para llevar a los acompañantes y familia a despedir a su familiar.

José Luis Vázquez, tortillero de la zona, comenta que lleva 5 días sin repartir completa su mercancía, pues aunque el lodo esté seco, la moto podría sumergirse en las partes que no lo están, "me complica llegar hasta allá después del alud de lodo, he pensado opciones varias para cruzar y surtir, pues luego de esta montaña de tierra, la ayuda llega a cuenta gotas".