Orizaba, Ver.- Los parques no eran propiamente un lugar de recreo, sino plazas de armas; un espacio público grande, donde la autoridad convocaba al pueblo para darle a conocer algún comunicado. Fue a partir del Siglo XVIII cuando se convirtieron en parques, a ejemplo de los jardines de los reyes de Francia y, surgieron los kioscos.
Héctor Efraín Ortega, miembro de la Academia de Historia y Geografía filial Veracruz, explicó que el kiosco es una estructura de origen turco que se utilizaba como lugar para refrescarse. “Aquí se utilizaban kioscos pequeños, donde los heraldos leían los comunicados o decretos a la población”, con el tiempo su utilidad cambió.
Agregó que al paso de los años se popularizó el poner kioscos cuando se creaban parques-jardín. Este Pueblo Mágico tiene tres kioscos: En la Alameda Francisco Gabilondo Soler, en el Parque Apolinar Castillo (Parque Central) y, otro en el Parque Francisco I. Madero, conocido como de La Concordia.
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Alameda Francisco Gabilondo Soler
En la alameda de Orizaba, por ejemplo, recordó que primero fue cuartel y caballeriza de los franceses y, tras la invasión francesa lo transformaron en un parque, que fue creciendo hasta que se convirtió en alameda y, después de incorporarle las áreas que ahora tiene, colocaron el kiosco.
"En un parque grande, lo suficientemente importante se coloca un kiosco", dijo y agregó que con el paso del tiempo se convirtió en un espacio en el que se congregan las familias para pasar un rato de diversión, ya que cuenta no sólo con áreas verdes, sino con juegos infantiles y área de antojitos.
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Parque Castillo
En el Parque Castillo, que antes era el parque central, porque está en el centro de la ciudad, la gente se congregaba pues los domingos, principalmente, algún grupo musical se colocaba en el kiosco para deleitar a la población con su música.
"Había hasta una programación y la gente llegaba a bailar o a pasear mientras la banda municipal tocaba en el kiosco". Esa costumbre se conserva hasta ahora, pues los días domingo, al medio día en ese lugar se presentan artistas de la ciudad y región, para deleitar a las personas que llegan de municipios de la periferia y la zona serrana.
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Parque La Concordia
En el Parque Francisco I. Madero, conocido como de "La Concordia", su funcionalidad es más social, pues ahí al término de la misa las familias se reunían para platicar con sus amistades, antes de volver a sus hogares.
La ciudad crece e incorpora nuevos elementos a las áreas públicas, pero los tres kioscos que hay en los tres principales parques de la ciudad inamovibles son testigos del cambio en la fisonomía de la ciudad.
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Periódicamente, personal del ayuntamiento le da mantenimiento a su herrería y techo que pulen para que no pierda su brillo y dé mayor realce al parque.
