Veracruz, Ver.- Llegó solito antes de la pandemia del Covid-19 y ahora se siente el dueño de todo el palacio municipal de Veracruz, utilizando cada rincón para tomar su siesta sin que nadie lo moleste.
Se trata de “Licenciado” o “güero”, un gatito callejero que empezó a hacer alimentando por el personal de Servicios Generales del ayuntamiento y actualmente es la mascota de todos los trabajadores y oficinistas que laboran en el palacio.
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¿Cómo llegó el "Licenciado" al palacio municipal de Veracruz?
Angélica Gutiérrez, “abuelita del güero”, relata que el gatito empezó a llegar al ayuntamiento por una compañera que de vez en cuando le daba de comer, pero la chica fue cambiada de área y el animal se quedó “huérfano”.
“El gatito llegó de la calle y una compañera empezó a darle de comer. Cuando vino la pandemia nos fuimos a casa y cuando regresamos a laborar a ella la cambiaron de área y yo me quedé a cargo del gato y fue que se quedó, porque él iba y regresaba porque es de la calle”, explica.
El animal anda en todas las oficinas, pero sus alimentos los toma justo en la entrada del área de Servicios Generales donde doña Angélica le tiene sus platos de comida y agua. “Él me espera temprano, cuando llego me está esperando y ya sabe que le voy a dar de comer”, expresa.
Comenta que el animal lleva una dieta balanceada, ya que sufría de problemas en los riñones y ahora solo consume una determinada marca de alimento que es costeada por algunos empleados que le han tomado cariño al animalito.
“Come un alimento especial, él está esterilizado y estaba malito de los riñones pero ya se compuso. Lo llevamos al veterinario y nos mandó un alimento especial, hay algunas personas que me apoyan para comprar su comida, aquí me encargo de darle de comer y de bañarlo, cuando lo veo muy mugroso lo baño con una esponja especial en seco”, señala.
¿Por qué recibió el nombre de "Licenciado"?
Comenta que desde que llegó al palacio se le apodo como “güero”, sin embargo, en una ocasión el animal se metió a una reunión en la sala de cabildo y al pararse en medio de personalidades de la política, los trabajadores le empezaron decir “Licenciado”, porque les pareció muy gracioso el hecho.
“El gato se mete a todas las oficinas y la otra vez me enseñaron las fotos de que estaba en medio de dos licenciados, ahí donde se sienta el síndico estaba echando y ya todo mundo le decía "licenciado", "licenciado". Luego le digo gordo pero me entiende por todos los nombres”, dice.
No tiene oficina preferida, las recorre todas y aprovecha cualquier rincón para tomar su siesta, desde una caja de papel de basura, hasta los asientos de los empleados.
“Anda en todas las oficinas, su lugar favorito es una caja de papel reciclado, ahorita está sentado en la silla de uno de los compañeros pero a nadie le molestó, todos lo quieren mucho y lo cuidan”, menciona Yuridia García de la unidad de transparencia.
Publicado en Diario de Xalapa